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El obispo de la Diócesis de Ciudad Victoria, Antonio González Sánchez, consideró que el principal destructor de la familia mexicana es la televisión. Por ello, pidió a los creyentes y no creyentes buscar otras formas de entretenimiento que propicien llevar una vida con valores. Señaló que la familia misma puede modificar la programación emitida por las televisoras, al recordar que estas empresas se manejan por rating y si un programa no es bueno basta con apagar los aparatos o cambiar de canal. El tema fue abordado este domingo en que se celebra el Día Nacional de la Familia, en cuyo contexto el obispo señaló que esta fecha como muchas otras en que se explotan los sentimientos como el día del niño, de la madre o del padre, no deberían tener significado. Argumentó que las muestras de amor, respeto y amistad deben manifestarse todos los días entre las personas. “Siento que no debe haber un día especial de la familia; debemos celebrar siempre y luchar todos en el hogar por recobrar su valor fundamental, por ser la célula de la sociedad”, refirió. Añadió que si la familia anda bien, se refleja en la sociedad, aunque reiteró que desgraciadamente la televisión ataca a los hogares, un problema que corresponde a todos atender y resolver. Dijo haber leído una entrevista a dos actrices que se presentaron en Ciudad Victoria, a las que se les recriminaba el uso de un mal vocabulario, y ambas contestaron que si la gente lo que quiere es cochinero, cochinero se les da. Refirió que mencionaba este ejemplo para que la misma gente hiciera conciencia de que en sus manos está demostrar que esto puede no ser cierto. Recomendó que desde la propia casa, los centros educativos, la Iglesia y otros medios se debe recobrar el valor familiar y reconocer el hogar como la escuela primera del verdadero amor. Sobre los cambios que está viviendo la familia mexicana de acuerdo con su conformación, dijo mantener un respeto absoluto por las personas que han llegado al divorcio y por las madres o padres solteros, al señalar que sólo Dios sabe por qué llegaron a esa situación. Respecto a los matrimonios entre homosexuales y lesbianas, manifestó defender el precepto de la Iglesia católica sobre el sentido de matrimonio que es entre hombre y mujer, padre, madre y los hijos.