Policías preventivos y trabajadores del ayuntamiento protagonizaron un zafarrancho frente a palacio municipal, donde los agentes mantienen cerrado el inmueble en demanda del pago de un bono federal extra. Unos 50 preventivos que se mantenían apostados frente a las puertas del inmueble fueron increpados por funcionarios que les exigían retirarse para pagar los aguinaldos a empleados de esta localidad, ubicada al noroccidente del estado. De acuerdo con los policías, el ayuntamiento no les ha pagado un bono de ocho mil 500 pesos a cada uno, dinero que ya habría entregado el gobierno federal como reconocimiento a su buen desempeño en la corporación. Sin embargo, encabezados por el secretario del ayuntamiento, Moisés Sánchez Chávez, y el director jurídico, Mario Alberto Gallardo, medio millar de burócratas municipales –con palos y piedras en mano- exigieron a los policías permitir que abrieran el palacio para que les pagaran su aguinaldo. Sin embargo, ante la negativa de los agentes, algunos de los empleados –que según los policías eran vándalos contratados por el alcalde Javier May- arremetieron en su contra con palos y piedras. En el enfrentamiento, que fue breve, cinco agentes resultaron golpeados y lograron repeler la agresión. Los trabajadores inconformes, pese a superar en número a los agentes, decidieron retirarse en espera de que las autoridades municipales busquen la forma de pagarles su aguinaldo. Por su parte, los preventivos afirmaron que no retirarán su movimiento hasta que la autoridad les haga efectivo el bono. Hasta el momento, el ayuntamiento ya pagó a los policías un aguinaldo de 85 días, un bono navideño de mil 800 pesos y un vale de mil 200 pesos.