¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Cultura escriba una noticia?
Luego de ocho meses de trabajos de restauración, el ex Convento de San Francisco de Asís, de Zacatlán, uno de los conjuntos franciscanos más importantes de la América Virreinal, reabrió hoy aquí sus puertas. Ubicado en la Sierra Norte de esta entidad, el inmueble recobró su belleza gracias a los diversos trabajos a que fue sometido, resultado de la participación de los tres niveles de gobierno federal, estatal y municipal, y el compromiso de la comunidad de Zacatlán. Tratamiento y restitución de teja, de piezas de madera, consolidación de muros, colocación de un sistema contra incendios, pintura de muros, trampas de humedad en pisos, tratamiento a los portones de acceso, aplicación de pintura de esmalte en herrerías, renovación de luminarias y colocación de candiles, fueron algunas de las obras realizadas. En el acto, el gobernador del estado, Mario Marín, expresó su beneplácito y confió en que el rescate de este templo, el segundo de estilo basílica en el estado, sirva de ejemplo para continuar emprendido más obras de este tipo en beneficio de la región. Esta joya arquitectónica que data de 1567 fue objeto de diversos trabajos esenciales para la conservación de sus características originales. Por su parte, Luis Alberto Revilla, supervisor de los trabajos por parte del gobierno del estado, afirmó que este templo fue rescatado de un abandono total. "Prácticamente se hizo mucho énfasis en la techumbre, la cual estaba casi destruida. En el caso de las grandes vigas, no las cambiamos, se colocaron prótesis para poderlas salvar y continuar con el sistema constructivo que originalmente tenía", dijo. Durante las obras, iniciadas en abril pasado, jaguares, venados, abejas, casas con techumbre de paja, personajes españoles e indígenas en actividades cotidianas, fueron parte del hallazgo realizado por especialistas en la pintura mural del recinto. Según autoridades encargadas de los trabajos, la cantidad y originalidad de la pintura mural encontrada, indudablemente hacen del conjunto conventual franciscano de Zacatlán, objeto de admiración social y discusión académica. "Este descubrimiento evidencia una vez más la contribución hecha por los franciscanos al Nuevo Mundo durante los siglos XVI y XVII", comentó María de los Angeles Rodríguez, restauradora de la pintura mural. Indicó que se realizaron 236 metros cuadrados de calas estratigráficas en muros y derivado de ese trabajo se descubrieron 163 metros cuadrados de pintura mural, la cual fue descancelada por medios mecánicos con bisturí. De acuerdo con María de los Angeles Rodríguez, durante el proceso de restauración, se encontraron restos de pintura mural extra a la que existía en el recinto. Estas fueron halladas a lo largo de los muros de las naves procesionales, así como en la zona del sotocoro y en la zona de presbiterio. El edificio está construido con piedra, su techumbre a dos aguas y su viguería de madera complementan la majestuosidad del mismo. Consta de tres naves, central y dos laterales; la teja roja de su azotea complementa la integración al paisaje urbano. En su oportunidad, el presidente municipal de Zacatlán, Juan Raúl de la Llata Mier, destacó que este templo representa todo un símbolo de identidad para los habitantes de este municipio y de todo el estado. "No cabe duda que este ex convento será motivo para que nuestro Zacatlán sea visitado por amantes de la cultura, la historia, la arquitectura y la magia que trasciende a los poblanos en su historia", expresó. A decir de las autoridades de cultura de esta entidad, el impacto de la restauración del templo del conjunto conventual franciscano de Zacatlán, repercutirá en el ámbito de la conservación del patrimonio cultural. Además, su difusión, se verá reflejada positivamente en el desarrollo turístico del lugar, por lo emblemático de su presencia y como detonante de otras acciones de beneficio regional. Es de mencionar que dicha obra tuvo una inversión de 16 millones de pesos, otorgados por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de la Dirección de Sitios y Monumentos. Tras esta restauración, el templo religioso tendrá una segunda etapa, en la que se continuará con su claustro en el 2010. De esta forma, el gobierno del estado de Puebla entrega una obra de primera relevancia para la conservación y difusión de la memoria colectiva de los poblanos, materializada en un ejemplo notable de patrimonio arquitectónico de la humanidad.