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Ante el anuncio de que le será erigido un templo en su honor.
La Iglesia católica respeta el derecho de culto, previsto en la Constitución Política de México, pero rechaza la construcción del primer templo mundial dedicado a la adoración de la muerte, señaló el padre Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis Primada de México.
Lo anterior, con relación al anuncio que ayer hizo David Romo, autonombrado arzobispo de la Iglesia Católica Tradicionalista México-Estados Unidos, que en septiembre próximo inicia la construcción de la primera catedral en el mundo dedicada al culto a la muerte, cuyo costo será de 38 millones de pesos, de los cuales ya cuenta con seis millones.
Subrayó que esta agrupación, "para empezar, su llamado arzobispo ni siquiera tiene la ordenación sacerdotal; es una secta, ni son católicos ni tradicionalistas y tampoco es una iglesia. Hace un año fueron privados de sus derechos como asociación religiosa por parte de la Secretaría de Gobernación (Segob) debido a que no cuentan con cuerpo doctrinal claro, antigüedad y sus fines son lucrativos. No hay seriedad ni consistencia en ellos".
El clérigo volvió a advertir a los seguidores de la Santa Muerte que "esto no es un juego, ni la muerte es una deidad divina, detrás de ese culto hay algo diabólico y la gente debe tener mucho cuidado. Detrás de esto está el reino del maligno y la gente puede ser víctima de una posesión diabólica".
Al preguntarle si el lucro es el verdadero fin de esta secta, el vocero de la Arquidiócesis enfatizó que no tiene pruebas para demostrar esto, "pero todos saben que en esta secta se habla de grandes cantidades de dinero, si no de dónde van a obtener los 38 millones de pesos que dicen costará su próximo templo".