¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Cultura escriba una noticia?
La Pastorela Barroca, que durante 15 años ha logrado mantener viva la llama del espectáculo teatral mexicano por excelencia, presentándose ante miles de espectadores de todo el orbe, podrá ser admirada del 19 al 23 de este mes, en el Museo Nacional de las Intervenciones. El maestro Tito Dreinhuffer llevó a cabo una investigación profunda del género y esto lo llevó a recuperar no sólo el espíritu de la pastorela como forma teatral. Se permitió la licencia dramática de que la música y la palabra del período barroco de México se amalgamaran, para que el espectador pudiese disfrutar de la riqueza del lenguaje y del sincretismo musical de este importante período del México virreinal. Con un texto escrito totalmente en verso, Tito Dreinhuffer recupera la riqueza del español y de sus formas coloniales permitiendo al público asistente el disfrutar de los giros y retruécanos del idioma. Así, el público asistente ha podido disfrutar de piezas originales de la música barroca mexicana que mezclan de manera magistral la palabra en náhuatl con las formas musicales europeas. Para ello, el espectáculo teatral "Pastorela Barroca" cuenta con las magníficas voces del "Quinteto de la Ciudad de México" y la ejecución instrumental de los maestros Norma Villarreal del grupo "Ars Antiqua" y el maestro Miguel Amín, de "Speculum". Asimismo, 23 actores en escena interpretarán a los típicos personajes que intentan llegar al nacimiento del niño redentor y que durante el trayecto serán interceptados por el diablo y sus secuaces que tratarán, con todo tipo de tentaciones, de impedir que cumplan el objetivo de llegar al portal de Belén. En este punto cabe destacar que el Maestro Dreinhuffer se dio a la tarea de crear a personajes para su espectáculo que no se pareciesen en nada a los de otros montajes del género. Por ello en lugar de los pastores tradicionales, en la Pastorela Barroca se cuenta con artesanos que crearán, durante el desarrollo de la obra, diferentes objetos del arte popular mexicano. Para que esta situación en escena sea real, el Maestro Dreinhuffer logró que sus actores recibiesen entrenamiento especial por parte de Socorro Aguilar y el grupo de artesanos del Fonart, quienes les enseñaron a los histriones los secretos para la elaboración de diferentes objetos del maravilloso acervo popular, (ollas de barro, sartenes de cobre, bordado en telar de cintura, tallado y labrado de madera etc.) Para transportar al espectador al período barroco mexicano, el Maestro Dreinhuffer decidió incluir dentro de los personajes de la obra a la Décima Musa, Sor Juana Inés de la Cruz, que es magistralmente interpretada por la primera actriz Lucía Guilmain y que será la encargada de proteger a los Pastores-Artesanos. El primer actor Carlos Pichardo, una de las voces más hermosas de la radio mexicana, se encarga de interpretar al Santo Varón, cuya misión es la de proteger y aconsejar a los pastores-artesanos. Los diablos que no pueden faltar en la pastorela, son interpretados por la nueva generación de histriones herederos de la tradición escénica nacional. Así, el personaje de Luzbel es caracterizado por Mónica Pavón (pariente de la actriz Blanca Estela Pavón), el Satán por Daniel Abundis y el pingo por Alejandro Flota. Este terceto infernal buscará por todos los medios de impedir que los pastores-artesanos lleguen al portal. El joven y talentoso actor Salvador Hurtado dará vida al Arcángel Miguel que se enfrentará al poderoso Luzbel y a su séquito de malvados demonios. En todo momento la Pastorela Barroca mantiene al espectador atento, ya que la acción en escena jamás se detiene.