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La lucha de clases que ha marcado al gobierno del mandatario socialista Rafael Correa se puso en evidencia en la recta final de la campaña para la elección presidencial del próximo domingo en Ecuador.
Bajo la etiqueta #ElSilencioDeLosPobres, varios spots del oficialismo en las redes sociales retratan cómo se han acortado las distancias entre pobres y ricos en el gobierno de Correa, en el poder desde 2007.
Con políticas cuestionadas por empresarios y las clases media y alta, el trabajo de Correa como paladín de los pobres había perdido fuerza en el discurso del candidato oficialista Lenín Moreno, pero se volvió mediático en los últimos días de la campaña.
A la llegada de Correa, los trabajadores domésticos ganaban el 50% del salario básico, lo que el presidente equiparó de manera progresiva.
En uno de los espacios, dos mujeres "peluconas", como Correa tilda a los ricos, dialogan. "Qué terrible la situación nacional. Ya no se puede soportar, ni un buen queso extranjero se puede conseguir aquí. No, no. Si ésto sigue así, nos vamos a tener que ir a vivir a Miami", dice una de ellas.
Mientras corta verduras, la empleada doméstica medita: "Es que ahora sí les toca cumplir con la ley y pagar lo que les corresponde, porque si no...".
Su "patrona" la ataca: "No obedece, no respeta, está de lo más alzada la servidumbre. No se puede así".
Pero la oposición de derecha hizo un montaje de esa misma publicidad denominado "Las peluconas de la 35", el número del movimiento oficialista Alianza País.
Allí, la mujer se lamenta que un exministro de Correa, envuelto en un escándalo de corrupción, dejó al descubierto supuestos actos deshonestos de exfuncionarios del gobierno.
"Estos cholos (mestizos) ya se enteraron de cómo hemos robado, y si la 35 pierde las elecciones nos vamos a tener que ir a vivir en Miami", manifiesta.
La empleada reflexiona: "Está cabreada porque su maridito ministro tendrá que aflojar la teta y devolver el billete". La "pelucona" oficialista añade en alusión a la doméstica: "Ya se avispó, está emputada. Seguro que votará por (Guillermo) Lasso para que lo meta preso a mi marido".
Lasso, un exbanquero de derecha, es el principal líder de la oposición y aparece segundo en las intenciones de voto, según encuestas.