¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Cultura escriba una noticia?
El escritor, diplomático, sociólogo y politólogo mexicano José Ezequiel Iturriaga Sauco (10 abril 1912-19 de febrero 2011), recibió esta tarde un homenaje de cuerpo presente en el vestíbulo principal de Palacio de Bellas Artes. Los oradores oficiales fueron la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar; la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio, y el hijo del homenajeado, José Iturriaga de la Fuente. El féretro llego acompañado por los hijos del personaje desaparecido: Renato, Yuridia Eugenia, José y Gabriel, quienes montaron la primera guardia de honor en el homenaje póstumo a su padre. La segunda guardia de honor, la encabezó el empresario mexicano Carlos Slim, el político Porfirio Muñoz Ledo y cinco amigos y familiares más, todos ellos con rictus de dolor y tristeza reflejada en el rostro, consecuencia lógica de la pérdida del entrañable amigo, amado familiar y reconocido personaje público. La primera oradora oficial de este acto, cerrado al público en general, fue Teresa Vicencio Álvarez, quien en su discurso anotó que José Iturriaga Sauco fue un hombre que amó, veneró y apoyó a los artistas mexicanos, "y es este Palacio de Bellas Artes el recinto que fue, es y será su casa". Luego de una cerrada ovación de los presentes para la oradora y el homenajeado, el maestro José Iturriaga de la Fuente tomó la palabra a nombre de la familia: De las muchas cualidades que tuvo mi padre, deseo destacar dos: La primera es que fue un sabio al máximo estilo renacentista; no había rama del arte y de la ciencia que el no tocara con inteligencia, maestría y enseñanza para los demás", señaló Iturriaga de la Fuente al destacar que su padre se encumbró en las áreas de la filosofía, sociología, historia, antropología y politología La segunda cualidad que destacó el orador fue que su padre "era muy juguetón", a diferencia de los sabios que se toman muy en serio su papel. Explicó que José Ezequiel Iturriaga Sauco veía siempre el lado alegre y optimista de la vida. "Esa combinación de cualidades fue básica para saber que lo importante en esta vida son los demás y no uno mismo", mencionó en tono sincero y emocionado el también escritor y especialista en comida mexicana. En el recinto donde se han honrado a destacados personajes de la vida nacional, hoy fue reconocida la obra de José Iturriaga durante un homenaje de cuerpo presente, al que también asistió la presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizar. La funcionaria recordó las palabras de Alfonso Reyes: "la cultura es servicio humano. En la capacidad que nos ha sido otorgada el servicio queda cumplido cuando es servicio nacional". Una vez terminados los discursos oficiales, las guardias de honor se sucedieron una a una, incluso un representante de las fuerzas armadas del país estuvo presente para rendir honor a quien fuera diplomático, historiador, gastrónomo y consejero de presidentes como Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz. La siguiente parada de este homenaje luctuoso será en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, donde la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) rendirá un reconocimiento de cuerpo presente a Iturriaga Sauco por su destacada labor como profesor de muchas generaciones de profesionistas que han dado lustre al arte y la ciencia de México.