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Apoyado en los Acuerdos Tripartitos de Madrid de 1975, y luego la Marcha Verde, el Muro, las minas y el éxodo, Marruecos se apoderó del Sahara que es un pueblo de refugiados que lucha por sobrevivir con la ayuda de otros pueblos, incluido el vasco
Ya han pasado muchos años desde que Marruecos ocupase ilegalmente y por la fuerza el Sáhara Occidental, apoyado en los Acuerdos Tripartitos de Madrid de 1975.Luego la Marcha Verde, el Muro, las minas, el éxodo. El éxodo masivo hizo que una parte de sus ciudadanos acabasen ubicándose en el campo de refugiados de Tindouf acogidos por el gobierno argelino, una ciudad que, a día de hoy, da cobijo a 90.000 refugiados del Sáhara Occidental. Este lugar recibe el nombre de la Hamada argelina, que se traduciría como «el desierto de los desiertos», un lugar tristemente inhóspito, que no se caracteriza por un paisaje de enormes dunas y oasis, sino que todo lo máximo a lo que se puede aspirar es a caminar sobre un suelo de arena y piedras.
Desde que, en 1991, se firmase el alto al fuego bajo el amparo de Naciones Unidas, el pueblo saharaui lucha pacíficamente y como puede por recuperar sus derechos. En esa lucha también caben, desde el año 1997, mucha gete:andaluces, vascos, europeos. Todo el que pueda asistir en desarrollar una serie de valores que en esta sociedad están bastante perdidos, como la hospitalidad y la generosidad cuando realmente no tienes nada que ofrecer; así como una actitud de lucha incansable y esperanza».
La ONU tenía previsto realizar el censo en unas pocas semanas, pero debido a las continuas trabas impuestas por Marruecos, el censo tardó más de 8 años completarse. Y cuando la ONU lo publicó en el año 2000, Marruecos se negó a aceptarlo.
Además, desde la firma del alto el fuego en 1991, Marruecos incentiva a muchos de sus ciudadanos a mudarse al Sahara Occidental, incrementado así su opciones de éxito en una posible votación.
Hoy, más de 20 años después, el referendum todavía no se ha celebrado.
Ningún país del mundo reconoce el Sahara Ocidental como parte de Marruecos. Pero los intereses de sus aliados (los gobiernos de Francia y EEUU, las grandes empresas españolas) hacen que Marruecos no sienta ninguna urgencia por encontrar una solución.
7) ¿Cuál es la situación de los saharauis hoy?
Unos 150.000 viven en la parte del Sahara Occidental bajo ocupación marroquí. Cientos de activistas pro-saharauis han sido detenidos y torturados por las autoridades de Marruecos. Unos 30.000 viven en la parte del Sahara Occidental controlada por el Polisario.
Desde que, en 1991, se firmase el alto al fuego bajo el amparo de Naciones Unidas, el pueblo sahauri lucha pacíficamente y como puede por recuperar sus derechos
Y otros 120.00 viven en los campos de refugiados construidos en el desierto de Argelia. Los refugiados dependen de la ayuda humanitaria internacional que se ha desplomado durante la crisis económica. El Programa Mundial de Alimentos estima que dos tercios de las mujeres sufren anemia.Además, la barrera construida por Marruecos hace que miles de familias sigan separadas después de décadas
También cuenta que la ONU, en su labor altruista, da suministros muy básicos a la población del campo de refugiados para que puedan vivir, cubriendo lo necesario en agua y luz, y aportando algunos materiales con los que ellos se construyen sus propias viviendas, pero que, en la mayoría de los casos, «no son perdurables en el tiempo ni, como es lógico, seguros».
Sahara 2019 ojalá sea el desperatar que unirá dos vidas distintas-los campamentos y la liberación para que, más pronto que tarde, las diferencias se estrechen entre sí, y se involucren en un pueblo que nada tiene y que, aún así, nunca pierde la ilusión. GORA SAHARA LIBRE¡¡¡
LA MUERTE DE FRANCO; LUZ VERDE PARA HASSAN II
El año que murió Franco España abandonó el Sahara. Ambos hechos están estrechamente relacionados. La débil salud del dictador apremió al rey de Marruecos. En mayo de 1975, Hassan II escribió a Franco para sugerirle el abandono de la región y evitar que cayese en manos de bandas armadas. El asunto estaba en la ONU, que aceptaba la propuesta española de celebración de un referéndum de autodeterminación, demanda del Frente Polisario. Marruecos comenzó a desplegar tropas en octubre de 1974. Tras la resolución del Tribunal de la Haya autorizando el referéndum, Hassan II anunció el despliegue de la Marcha Verde. La última orden de Franco fue: si Marruecos invade el Sahara, habrá guerra. Nadie la quería. Con Franco ingresado, el príncipe Juan Carlos viajó apresuradamente a Aaiún para tranquilizar y amainar a las tropas españolas. No abrirían fuego. Al día siguiente, 3 de noviembre de 1975, Franco entró en coma por una hemorragia gastrointestinal. El día 6 comenzó la caravana humana marroquí. Un día después, Franco fue trasladado a La Paz. Se le practicarán varias intervenciones y ya no saldrá del hospital. No supo jamás del comienzo de la Operación Golondrina. El Ejército español inició el repliegue el día 10, lo culminó un mes después. Arias firmó los acuerdos tripartitos en Madrid, que incluían indemnizaciones y derechos de pesca en los caladeros del Sahara.. Marruecos ganó el pulso y la izquierda tomó el relevo de la causa saharaui.Pero traicionado el frente Polisario se perdió en el desierto.
En octubre de 1975, con un Gobierno moribundo como el propio Franco, se oyó el tambor de las algaidas. Hassan II se puso personalmente al frente de una gran marcha. El día 17 Franco presidió el Consejo de Ministros y ordenó a Arias que enviara a Solís a entrevistarse con el rey, para ganar tiempo. El príncipe Juan Carlos, que visitaba todos los días al general, comprobó que se estaba muriendo y aceleró la liturgia de la sucesión. Luego habló con Franco: «Mi general, ni usted ni yo tenemos prisa». La enfermedad se agravó; Juan Carlos llamó a Arias para que preparara el decreto del nombramiento de jefe de Estado. Juan Carlos se reunió con el Ejército para responder a la crisis del Sahara . Félix Sanz Roldán, general de cuatro estrellas que fue jefe del Estado Mayor de la Defensa y ahora director del CNI, recuerda con claridad lo que ocurrió. "El entonces Sahara español fue mi primer destino como teniente y en la provincia española -así lo era- comencé mi carrera. Junto a las dunas, y en muchas ocasiones, dije a mis soldados que estaban obligados a defender aquella tierra porque era tan española como Cuenca”. Pero después y mientras el general Franco agonizaba se dieron cuenta los soldados que nadie quería a España allí; ni Marruecos, ni el Polisario, ni la ONU. "España se encontró ante la tesitura de abrir un conflicto bélico o dedicarse a la gran tarea de crear una España nueva y en paz, en aquellos momentos tan críticos". Fue razonable el repliegue. "Los soldados españoles fueron disciplinados; con el corazón encogido regresaron del Sahara y aún hoy tienen la sensación de que algo nuestro se quedó allí para siempre". Hasan II ordenó cortar las alambradas y dijo: "Si encuentras a un español abrázalo, bésalo". Respaldados por los Estados Unidos con el retrato del rey las columnas bajaban por Tarfaya y los 25.000 soldados marroquíes se desdibujaron en el desierto.
Hassan II se aprovechó de Franco moribundo para ocupar el Sahara español. Tras la guerra incivil, la dictadura lanzó una consigna rotunda: «Por el Imperio hacia Dios». Franco reclamaba el Marruecos francés, Túnez y Argelia, Gibraltar y lo que Hitler generoso accedio en Hendya, incluso algunas reivindicaciones insólitas. Terminó perdiendo los restos finales del Imperio: Tánger, el Marruecos español, Ifni, el Sahara, Guinea, Fernando Poo, Corisco, Annobón, Elobey grande y Elobey chico. El dictador redactó el 18 de octubre, de puño y letra, su testamento político. Sería injusto no reconocer en ese texto profundidad y emoción. Tuvo luego una agonía atroz. "Dios mío, cuánto cuesta morir", llegó a decir y debio añadir:”Con o facil que es matar”, aunque nadie le oyó. Y tal vez fueron sus últimas palabras. El entorno duro de Franco quería mantenerle vivo, al menos hasta el 26 de noviembre en que expiraba el mandato en las Cortes de Rodríguez de Valcárcel. El gironismo y Villaverde tenían preparada una maniobra política de largo alcance contra Don Juan Carlos. A Don Juan, que estaba en París en casa del marqués de Marianao, en el bulevar Malesherbes, le acosaban para que abdicara. Se negó en rotundo. Había disuelto en 1969 el Consejo Privado y el Secretariado Político. Creó después un Gabinete de Información formado por Gaitanes y quien firma este artículo. Nos convocó en París. En el último manifiesto de Don Juan, se subrayaba los objetivos que debía asumir su hijo Juan Carlos: "...el establecimiento de una profunda justicia social, que elimine la corrupción; la consolidación de una verdadera democracia pluralista; nuestra plena integración en la Comunidad Europea, y el pacífico acceso del pueblo español a la soberanía nacional para que tengan auténtica representatividad las instituciones políticas que dicten las Naciones Unidas". Don Juan, todavía en el dormitorio, lo meditó largo rato. No hizo una sola corrección. Solo modificó la fecha y puso 21 de noviembre. No quería hacer declaración alguna, posterior a la proclamación de su hijo. Era la victoria final de Marruecos sobre Sahara. Ahora sigue la lucha por el referéndum primero y luego el reconocimiento de la independencia..