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Primera habría que realizar preevacuación en la que se traslada a los pasajeros de un coche a otro con el tren en marcha, y otra de evacuación en la que salen del tren una vez que se ha parado
La implicación de la tripulación para ordenar el traslado rápido de pasajeros, acabar este proceso antes de que se detenga el tren y la colaboración de todos para ayudar a las personas con movilidad reducida son algunas de las estrategias a seguir.
¡¡¡Fuego!!!
Investigadores del grupo GIDAI de la Universidad de Cantabria han analizado con modelos computacionales la mejor forma de evacuar un AVE en caso de incendio.
Este equipo han analizado las mejores estrategias de evacuación en un tren de alta velocidad –con mucha más inercia y menos paradas que el resto– mediante herramientas de modelado y simulación computacional, superando las limitaciones de los ejercicios de simulacro, que son costosos, poco realistas y con un número limitado de escenarios posibles, explican ellos.
Los resultados demuestran que la fase de preevacuación es “crucial”, y que una estrategia óptima es culminar el traslado de pasajeros antes de que el tren se detenga.
En este proceso se han identificado dos aspectos clave. Uno es evitar que las personas que encabezan la fila de evacuados interrumpan el movimiento de los de atrás. La solución pasa porque un miembro de la tripulación aligere a los primeros y otro indique a los últimos que no se paren a recoger sus pertenencias, de tal forma que no se obstaculice en ningún momento el pasillo.
El segundo aspecto se refiere a la necesidad de evacuar a las personas con movilidad reducida. Esta tarea es compleja debido a la estrechez de algunos pasillos del AVE, que dificultan el paso de sillas de ruedas, además del limitado número de miembros de la tripulación. Por estos motivos se recomienda la colaboración de todo el pasaje para ayudar a las personas discapacitadas.
Cuestión de minutos
Una vez que se detiene el tren es cuando se debe acometer la evacuación de los pasajeros, teniendo en cuenta el número de salidas disponibles. Si se hace directamente al andén de la estación más próxima, la disponibilidad de estas salidas dependerá de la estrategia de preevacuación. Por ejemplo, si se estima que el tren va a tardar en detenerse menos de 10 minutos, los resultados indican que lo ideal es desalojar el coche del incendio y los dos contiguos, dicen estos investigadores.
La normativa internacional establece que se debería llegar a ese destino en unos 15 minutos desde que se declara el incendio. Pero en muchas ocasiones es difícil hacerlo en ese tiempo
Cuando se calcula un tiempo superior a los 10 minutos, se recomienda vaciar el máximo número de coches posible durante la preevacuación. Esto incrementará luego un 27% el tiempo de evacuación respecto a la estrategia anterior, pero los pasajeros saldrán del tren en condiciones más seguras.
La normativa internacional establece que se debería llegar a ese destino en unos 15 minutos desde que se declara el incendio. Pero en muchas ocasiones es difícil hacerlo en ese tiempo, explican estos investigadores, y el tren debe detenerse en plena vía para desalojar de forma rápida y evitar males mayores.
Los investigadores de la universidad cántabra también han contemplado esta posibilidad analizando qué ocurriría si hay que bajar a las personas directamente al balastro –la capa de grava de las vías– a través de las escaleras de emergencia.
Los datos muestran que es conveniente aplicar una evacuación controlada por fases dando prioridad a los individuos del lado del tren donde está el fuego. De esta forma se permite un movimiento rápido y libre de congestiones para los pasajeros cercanos al incendio y se minimiza su exposición a los efectos nocivos de las llamas