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Los mensajes de solidaridad manifestados por neoyorquinos preocupados por la victoria electoral de Donald Trump siguen multiplicándose en un muro de una estación del metro de Nueva York.
Lo que inició con un simple mensaje de aliento para los neoyorquinos después de la victoria de Trump, se ha tornado en una terapia colectiva para una urbe que apoyó de manera abrumadora la candidatura de Hillary Clinton.
Ahora la estación Union Square es el epicentro de una protesta espontánea de apoyo mutuo y de aliento que algunos han llamado "el muro del amor" o, más precisamente, "el muro terapéutico".
Con mensajes que rezan "No es mi presidente" o "El amor vence al odio", el muro es el reflejo del electorado de una ciudad que esperaba la victoria de quien fuera su senadora.
Los mensajes también alternan el humor o simplemente la frustración ante la victoria del millonario empresario.
Los mensajes en el muro fueron reportados desde el día siguiente a las elecciones y aún ahora, una semana más tarde, las personas continúa escribiéndolos y pegándolos.
La demostración de solidaridad se da en un contexto más sombrío para la urbe, que como el resto de Estados Unidos ha registrado un alza en ataques perpetrados por supuestos simpatizantes de Trump en contra de minorías.
De acuerdo con el gobernador Andrew Cuomo, ha habido "una explosión de denuncias" de ataques contra minorías desde la semana pasada. Resaltan, por ejemplo, pintas de svásticas en barrios de la comunidad judía en el condado de Brooklyn.
Por ello, Cuomo presentó ayer un número telefónico para denunciar ataques que pudieran ser considerados como crímenes de odio.
"En este estado no hay lugar para el racismo, no hay sitio para el odio", expresó el gobernador.