Los bancos españoles pasaron las pruebas de resistencia del Banco Central Europeo (BCE), a excepción de Liberbank, que, no obstante, ya ha subsanado sus necesidades de capitalización, anunció el domingo el Banco de España.

"Este resultado confirma que el proceso de saneamiento, reforma y reestructuración del sistema bancario español acometido en los últimos años ha dado resultados positivos", indicó el Banco de España en un comunicado.

De los 15 bancos analizados, sólo el Liberbank no ha cumplido con todos los criterios requeridos a finales de 2013.

Sin embargo, esta entidad bancaria, nacida de la fusión de tres cajas de ahorro -Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria- y que recibió ayuda pública en 2013, procedió a un aumento de capital, lo que permitió cubrir ampliamente sus necesidades de recapitalización.

"Ningún banco español se encuentra hoy en situación de déficit de capital", insistió el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, durante una rueda de prensa.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se felicitó por la solidez del sistema financiero español, que es "capital para profundizar en la recuperación de la economía española".

El sector bancario español, sacudido por la explosión de la burbuja inmobiliaria en el país en 2008, se benefició cuatro años más tarde de una ayuda europea de unos 40.000 millones de euros y tuvo que reestructurarse. Esta crisis incitó a la Unión Europea a dotarse de una supervisión común para los bancos de la zona euro, un proyecto que condujo a finales de 2013 a la creación de una unión bancaria.