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Lo que sucede dentro del mundo editorial en España (no sé si en otros países el asunto funcionará de la misma forma) es realmente acojonante (cada cual que lo procese según estime conveniente).
Todos los días aparecen en Youtube, decenas de vídeos nuevos en los que una serie de "expertos" nos explican cómo hay que "fabricar" un libro, es decir, escribirlo, maquetarlo, corregirlo, diseñar la portada, promocionarlo, venderlo, cobrarlo y toda una lista de "apartados" añadidos, para aumentar el contenido del vídeo, es decir, bla, bla, bla y más bla, bla, bla... Al final una gran parte de ellos dicen exactamente lo mismo, incluso parecen copia unos de otros, quiero decir, copia, de la copia, de la copia...
Esto por supuesto es lícito, pero otra cosa muy diferente, es que tantas horas y horas de imagen y sonido, sirvan para algo, cuando se trata de un tema que se repite hasta la saciedad.
En lo que hace referencia a la autopublicación de libros, está (casi) todo inventado, y el procedimiento a seguir para que un autor publique su propia obra, ya es de sobra conocido, por eso no parece lógico que día tras día se siga subiendo a Internet "más de lo mismo", a modo de "valiosa" información, y dejando a un lado los buenos "profesionales" expertos en la materia (que los hay y aportan contenido de valor), tenemos todo una legión de "especialistas", muchos de los cuales no han escrito un libro en su vida (algunos puede incluso que ni lo hayan leído) para explicarnos al resto de los mortales (escritores y lectores en su mayoría) los secretos del "negocio".
Y luego, para completar el binomio literario, tenemos a la enorme cantidad de editoriales (cada día aparecen nuevas) que se cuelgan la etiqueta de tradicionales sin serlo, e incluso muchas de ellas son más falsas que un billete de siete euros (otros las llaman también "piratas", lo cual es un calificativo muy apropiado, en especial en el caso de algunas muy conocidas, que se pueden encontrar fácilmente en el buscador de Google) que proliferan como champiñones, atraídas por el olor a ganancia fácil y que tiene como objetivo prioritario de su lucrativo montaje al escritor (ya que han sustituido al lector, que pasa a segundo plano) ingenuo de turno que además suele tener un ego desmedido por hacerse famoso escribiendo y se convierte en pieza fácil para el editor chorizo de turno.
Esto daría para mucho más y quizá en otro momento, se pueda entrar en más terrenos (algunos sin duda muy oscuros) relacionados con los autores, las editoriales, la auto-publicación y los retorcidos caminos del negocio literario actual.