El gobierno de México reprobó categóricamente la "revelación ilegal" de documentos dados a conocer por la organización australiana WikiLeaks, de cuya autoría, dijo, se imputa a la diplomacia estadounidense.

"Por su propia naturaleza, estas comunicaciones son reservadas y forman parte del proceso de la política exterior y de la práctica diplomática de los países", dijo en un comunicado la Cancillería.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) detalló que el conjunto de documentos filtrados y especialmente sus contenidos "son parciales e inexactos, y reflejan una selección y una visión cuyos criterios se desconocen".

"Los documentos filtrados responden a eventos o momentos puntuales con narrativas sin contexto, lo cual impide valorarlos adecuadamente y ponderar su importancia relativa", agregó la dependencia encabezada por la secretaria Patricia Espinosa Cantellano.

La Cancillería explicó que algunos de los informes que se han dado a conocer incluyen un "énfasis subjetivo por parte de quien los elabora en lo que considera que es del interés de sus superiores y, en algunos casos, para exaltar de manera fundada o no sus propios méritos".

La SRE detalló que "se reflejan en ellos (los partes filtrados) algunas prácticas deplorables desde la perspectiva del respeto que debe imperar entre naciones que colaboran en torno a objetivos comunes".

El Gobierno de México consideró que para la mayoría de los países del mundo, estas filtraciones son un "reto serio" a la conducción constructiva y armoniosa de las actividades diplomáticas y de las relaciones internacionales en su conjunto.

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