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Tengo que confesar que llevaba unos días de los nervios en mi interior. Creía que no iban a aceptar el cortometraje express y low cost que hice en una tarde para Notodofilmfest, cosa que, por otro lado, no entendía o no quería entender, al ver el resto de cortometrajes que ya habían aprobado. Pero como no había participado en la sección Triple Destilación, seguía con mis dudas internas. Los nervios se me han quitado esta mañana cuando me ha llegado a la bandeja de entrada de mi correo electrónico lo siguiente:
Un suspiro de alivio me ha recorrido todo el cuerpo. Ya está, Trini. Una preocupación menos.
Qué puedo decir sobre el cortometraje… Este año no tenía pensado presentar nada a Notodofilmfest. El año pasado por primera vez presenté algo hecho por mi, el cortometraje documental ¿Qué pasa con Lorca?. Este año, no tenía ideas. Entonces, me puse a repasar distintos escritos míos que tenía de hacía ya algún tiempo. Los leí una noche. A otra mañana me levanté con la idea para una vídeo-poesía y luego, pensé ¿y por qué no hacer esta vídeo poesía para el Notodofilmfest en lugar de colgarla en Youtube y ya?
La video-poesía en su origen era romántica pero quise darle un giro porque no me gustan los finales románticos, la verdad. En nada, ni en los libros, ni en las canciones, ni en las series, ni en las películas, … Así que, mi cortometraje, no podía tener un final romántico, o al menos, no el típico final romántico. No os cuento más porque no quiero ser vuestra spoiler. Para saber más, hay que ver el corto. Tampoco os va a llevar mucho tiempo. Solo 30 segundos. Es un corto, muy corto. Para mi, incluso demasiado. Creo que habría salido mejor si hubiera durado solo unos 5-10 segundos más. Pero hay un límite para participar en esta categoría. Como requisito: 30 segundos, ni uno más, ni uno menos y así lo hice.
Debido a este límite de tiempo, no he podido poner créditos pero no me olvido de mi equipo, sin el cual, no habría conseguido realizar este cortometraje, porque aunque sea muy corto, se necesitaba de un buen equipo y conseguí tenerlo. ¡Gracias a todos!
Román Reyes, el actor. Como podéis ver, actúa muy bien. Para su gusto, según él, un poco exagerado. Para mi, era justo el toque que quería darle. Al segundo de explicarle lo que quería, lo captaba bien y así lo transmitía. Se adaptó y se metió en el papel rápida y fácilmente.
Carlos Isabel, cámara. El cámara más importante. Él grabó los planos de la cama, del Parque del Oeste y del mirador de Moncloa.
Sonsoles Maestro, cámara y buena amiga. A ella le pillé por banda una noche en su casa para que me ayudara a grabar el plano de los labios. Tuvimos que mentirle a su madre para que me dejara entrar.
Jose Fernando Mateo Santos, a quien conocí en el curso de doblaje, en el que coincidí con tan buena gente, tan profesional y tan implicada. Jose mejoró el sonido, lo limpió y quedó bastante mejor que el original.
Ángel Vico, músico. Ángel compuso la música. Le di total libertad. Confié en él y en su criterio. Fue la primera versión que me mandó. El resultado me ha encantado. Yo solo le bajé un poco el volumen en la parte final porque estaba tan fuerte que no se entendía bien la voz en off.
Laura Amorós. Diseñadora. A la que siempre le doy el follón cuando necesito algo de diseño. La composición del cartel, ya estaba en mi cabeza. Se la conté y así lo hizo. Un resultado fenomenal. La tipografía la eligió ella. No le he puesto pegas. Tampoco teníamos mucho tiempo para modificar pero me gusta, aunque puede que no se lea claramente en un tamaño más pequeño del cartel.
Sean Karts, quien me revisó la traducción para los subtítutlos. Mi nativo americano preferido. Profesor de inglés, compañero de piso. Un amor de chico.
Agradecer también a Isabel Soto que fue quien me recomendó a Román Reyes y me puso en contacto con él y a Cristina Ibáñez, compañera del Master, quien me recomendó al novio de una amiga de ella, como cámara, Carlos Isabel.
Estoy muy contenta con este equipo. Nos hemos coordinado muy bien y todo ha ido ágil y rápido. Muchas gracias, de verdad, porque sin vosotros, no podría haberlo hecho. ¡Os debo unas cañitas por La Latina!
Si por curiosidad, alguien se pregunta de quién es esa voz en off (con una entonación extraña debido a un constipado), de quién son esos labios rojos torcidos o de quién es esa maravillosa espalda que pasea y mira el atardecer junto al chico (Román). Si, no puedo negarlo, soy yo. Podría haberlo hecho mejor. También podría estar más buena pero es lo que hay, este ha sido el resultado final. Espero que os guste.