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Tailandia ha cerrado una decena de sus emplazamientos de buceo para intentar limitar el deterioro de sus arrecifes de coral, en parte relacionado con la sobrefrecuentación turística.
El país paga el precio de su turismo de masa, con millones de turistas extranjeros que desembarcan cada año en sus playas de arena fina. Los emplazamientos de buceo son generalmente muy accesibles, incluso equipados con solo unas gafas y un tubo.
"Los macizos de coral están afectados por los turistas inconscientes... Tocan y caminan sobre los corales. Cerrar estos sitios ayudará a los arrecifes a regenerarse naturalmente", explicó este jueves a la AFP Reungsak Theekasuk, director de los Parques Nacionales de Tailandia.
"Esto no va a afectar demasiado al turismo ya que es el comienzo de la temporada de lluvias", tradicional estación baja para el turismo en Tailandia, que bate su pleno durante el invierno.
"Revaluaremos la situación antes del comienzo de la temporada alta" a finales de 2016 aseguró.
Algunos de sus arrecifes están afectados por el blanqueo de aproximadamente el 80% de su superficie, según un estudio reciente encargado por los autoridades tailandesas.
Las zonas afectadas por el cierre, anunciadas a mediados de mayo, están principalmente cerca de las islas turísticas de Koh Phi Phi y Koh Lanta.
Los incontables turoperadores echan a menudo sus anclas sobre los macizos de coral y contribuyen así a su blanqueo. También es frecuente ver a sus clientes posando para un selfi acuático, de pie sobre los arrecifes de coral.
Más allá en el Pacífico, la Gran Barrera de Coral australiana atraviesa el peor episodio de blanqueo de corales jamás registrado con más del 90% de sus arrecifes blanqueados, según un estudio australiano publicado en abril de 2016.
Este fenómeno de marchitamiento se traduce por una decoloración de los corales y es provocado por la subida de la temperatura del agua.
Además del turismo de masa, el fenómeno El Niño también afecta al provocar subidas de temperatura en el Pacífico.