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La contingencia sanitaria por influenza dejó al descubierto que 61 por ciento de las empresas mexicanas carece de medios tecnológicos, como equipos de cómputo, telefónicos, de audio o video conferencias para que la mayoría de su personal labore desde sus hogares. De acuerdo con el estudio "La contingencia sanitaria y sus implicaciones en la gestión de talento en las empresas mexicanas", 27 por ciento de ellas redujo su productividad durante la crisis sanitaria, 66 por ciento la mantuvo igual y 7.0 por ciento la incrementó. La directora general de Manpower México, Mónica Flores Barragán, explicó que durante los días de contingencia las empresas se apoyaron en uno o más esquemas laborales para mantener su actividad. Así, 46 por ciento de las encuestadas recurrió al trabajo en casa, 29 optó por horarios flexibles, 25 a guardias laborales, 22 a otros esquemas y 2.0 por ciento a ninguno. Aclaró que 69 por ciento de las empresas no prevé acelerar el uso del "Home Office", porque no tienen los medios ni la inversión en infraestructura tecnológica, sobre todo los pequeños negocios. Sin embargo, subrayó que el trabajo desde el hogar es una práctica productiva y genera ahorros: "El home office es una ventana de oportunidad, sobre todo para aprovechar el talento femenino, el cual necesita flexibilidad de horarios para laborar". Entre los medios que las empresas utilizan para prácticas de trabajo desde casa, mencionó que 39 por ciento cuenta con correo electrónico corporativo, 34 por ciento con equipo de cómputo de la compañía, 10 con línea telefónica y 32 por ciento con celulares o dispositivos móviles pagados por la empresa. Aquellas que aceleran el home office argumentan que la práctica abate costos de operación, en el futuro será más efectiva, es una alternativa a contingencias, una herramienta para optimizar tiempos y costos de insumos, flexibiliza y motiva al personal, y contrarresta los tiempos de traslado. Manpower también presentó los resultados de su encuesta sobre los apoyos del gobierno a las empresas para superar los efectos de la contingencia sanitaria y de la crisis económica y financiera global, en la que 30 por ciento de los consultados declaró haber obtenido beneficios de alguno de ellos. "Hoy 30 por ciento de la empresas está recibiendo beneficios de los programas pese a la contingencia, a la crisis, al desfase entre el anuncio y la implementación. Ya hoy se perciben beneficios de algunos programas. Que son suficientes, pues no. Tendríamos que hacer muchas cosas más, generar más fuentes de empleo, conservar las que ya están y preparar al talento para que las pueda ocupar". Algunos programas deberán modificarse para fomentar el empleo formal, con medidas de largo plazo que vayan a la raíz de los problemas. "No debemos vivir con programas paliativos y cortoplacistas, debe haber cambios de fondo para la generación del empleo formal, cambio de fondo de los empleadores y de los individuos". Se requiere, indicó Flores Barragán, empatar entre lo que los jóvenes estudian y lo que el mercado laboral demanda, así como programas de apoyos a nivel estatal y local, no sólo federal. La directiva destacó que en el país faltan técnicos, ingenieros y personal de servicio médico, así como profesionalizar las ventas y desarrollar programas de certificación de oficios, además de impulsar el dominio del segundo idioma entre los estudiantes.