Existen pocas sensaciones que sean tan dolorosas como la de tener el corazón destrozado. Cuando alguien está en esa fase desearía poder ir al médico y recibir un tratamiento concreto para aliviar ese dolor de una forma automática. Sin embargo, el dolor por desamor, tan universal en el género humano, solo se alivia con el paso del tiempo. Te damos cinco tips para recomponer los pedazos de un corazón herido para que vuelva a latir con fuerza cuanto antes:

1. Aunque ahora mismo te cueste creerlo, volverás a enamorarte. Y tal vez, antes de lo que piensas. Los pensamientos trágicos y negativos sobre el futuro sentimental son habituales en un momento de desencanto. Por ello, escúchalos pero no hagas una verdad de ellos.

2. No mantengas ningún tipo de contacto con alguien que te ha destrozado el corazón. Ni aunque esa persona sea alguien excelente con unas cualidades muy valiosas. Te hace daño estar en contacto con alguien que no te corresponde en la misma forma. El simple hecho de tomar distancia y pedirle claramente a esa persona que no te moleste, te ayuda a ganar autoestima y a reanimar un corazón destrozado.

3. No existen medicinas que curen el dolor del desamor pero sí existen remedios naturales que ayudan a mitigar ese dolor. El diálogo con un buen amigo, el abrazo de un familiar, el descanso físico, una buena alimentación, estar en contacto con la naturaleza, evitar las compañías tóxicas, tener la mente ocupada, centrarte en el trabajo… ¿Qué es lo que más te ha ayudado a ti a superar un desamor? Puedes compartir tus consejos para curar el mal de amores a través de un comentario que puede ser muy útil para otras personas que estén pasando una situación similar.

4. Es normal que tengas ganas de estar todo el tiempo en casa viendo la televisión o sin hacer nada. Sin embargo, este error es precisamente el que debes evitar para no recrearte en tu situación. El simple hecho de salir pasear por la ciudad te ayuda a despejar la mente de pensamientos negativos.

5. Estas cosas pasan. Por mucho que cueste asumirlo, el dolor y la decepción también forman parte del camino vital. La tristeza y la decepción no son malas sino que son desagradables de sentir. Todo sentimiento es una respuesta ante una reacción externa.