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Ante la inminencia de las elecciones presidenciales, en México y Estados Unidos se trabaja “en blindar” la relación bilateral y conservar los avances logrados en la agenda común, señaló el embajador de México en esa nación, Arturo Sarukhán. Sin poder predecir si habrá cambios en los partidos gobernantes de ambos países, el diplomático comentó que, sin embargo, se prevén meses complejos como resultado del debate político electoral que se desarrollará paralelamente en ambos países. Empero Sarukhan insistió en que cualquiera que sea el resultado de las elecciones es necesario conservar los avances logrados en los diferentes temas. Particularmente se refirió a la cooperación con Estados Unidos para enfrentar el crimen organizado, bajo el paradigma de la responsabilidad compartida y con pleno respeto a la jurisdicción y soberanía para que cada país haga lo que le corresponde en su respectivo territorio. Durante un receso de la XXIII Reunión Anual de Embajadores y Cónsules de México que se realiza en la sede de la cancillería, reafirmó que la república mexicana mantiene una política de “cero tolerancia” respeto a los crímenes de odio contra mexicanos en Estados Unidos Tras destacar que mantener los avances logrados en la agenda común es del interés de ambas naciones, el embajador destacó que el cabildeo y la presión ejercida por el gobierno mexicano permitió por vez primera aumentar el control sobre la venta de armas de asalto al menos en cuatro estados fronterizos. Ello pese a la oposición de los defensores de la industria armamentista de Estados Unidos, enfatizó. Es la primera vez, abundó, que el gobierno de la unión americana decidió imponer registros sobre las ventas repetitivas de armas de asalto en los estados fronterizos como un primer paso para avanzar en el control y eventual reducción del flujo de armas hacia México. En este punto y a pregunta expresa, reiteró que se está esperando el resultado final de las investigaciones del operativo Rápido y Furioso cuya audiencia en Estados Unidos aún no concluye, pero reiteró que el gobierno mexicano no participó ni tuvo conocimiento de este operativo que permitió el envío de armas estadounidenses a delincuentes mexicanos. Respecto al clima antimigratorio en Estados Unidos que se ha reflejado en la aprobación de numerosas leyes que criminalizan a los migrantes, destacó que se ha tenido un éxito importante al echar abajo, junto con sectores de la sociedad civil de ese país, las partes más nocivas de esas legislaciones. Hizo ver que por las restricciones normales que tiene un estado actuando en el interior de otro se han encontrado mecanismos novedosos y efectivos para enfrentar este problema como el “amicus curiae”, es decir como amigos de la Corte, mecanismo que permite participar en los procesos judiciales contra dichas normas. Insistió que independientemente del entorno político que se dibuje en Estados Unidos como resultado del proceso electoral, México confía en que será posible mantener un debate objetivo, racional y con visión de futuro respecto de la importancia que tienen los flujos migratorios para el bienestar social y económico de las dos naciones.