¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Cultura escriba una noticia?
Reconocido mundialmente por devolver a la flauta su popularidad como instrumento clásico solista, el francés Jean-Pierre Rampal, quien murió el 20 de mayo del 2000, fue no sólo un virtuoso ejecutante sino un incansable promotor del repertorio existente. Jean-Pierre Rampal nació el 7 de enero de 1922, en Marsella, Francia, donde su padre, Joseph Rampal, era primer flautista en la sinfónica y profesor en el conservatorio. Aunque no tenía la motivación para llegar a ser músico profesional, su padre se dedicó a enseñarle música cuando el joven tenía 12 años. A los 16 años dio su primer recital como flautista y obtuvo su primer premio. Pero sería hasta mucho después que Rampal, ya comenzados sus estudios de medicina, decidió seguir la carrera artística. Cuando cursaba el tercer año en la escuela de medicina, las fuerzas de ocupación nazi le enviaron a realizar trabajos obligatorios a Alemania, pero en vez de reportarse al servicio, pasó a la clandestinidad y huyó a París. Pese a la insistencia de su madre, nunca retomaría esos estudios. Fue allí cuando se decidió a tomar diversos cursos en el Conservatorio Nacional y cinco meses después se graduó con todos los honores, obteniendo el primer lugar entre todos los flautistas, premio que Joseph, su padre, había ganado en 1919. Fue precisamente en 1945, terminada la Segunda Guerra Mundial, cuando Rampal fue invitado a participar como solista en un concierto de flauta junto con la Opera de París, presentación que lo catapultó a la fama. Los 10 años siguientes, Jean-Pierre se dedicó a ser intérprete solista y fue cuando decidió brindar una serie de conciertos empezando en su natal Francia, para después trasladarse a Suiza, Austria, Italia, España y los Países Bajos, al lado de su inseparable compañero, el pianista Robert Veyron-Lacroix, a quien conoció en 1946. En 1955 se convirtió en el primer flautista de la Opéra de París y luego desarrolló sus actividades como solista e intérprete de música de cámara. Fundó el Conjunto Barroco de París y el Quinteto de Vientos Francés. Para los años 60, Rampal era considerado el más virtuoso flautista internacional, pues trabajó con las mejores orquestas del mundo en ese tiempo, pero siguió reviviendo la música, sobre todo barroca, como lo había venido haciendo desde 1945. Sigue. Trabajó/dos/desde 1945. Hasta finales de los 80 gozó de mucha fama, sobre todo en América y Japón, lo que le valió que se instituyera el Concurso de Flauta Jean-Pierre Rampal, que desde ese año se efectúa anualmente premiando a los mejores flautistas del mundo. Fue nombrado profesor del Conservatorio de París en 1989 y durante los siguientes veranos ofreció cursos en la Academia Internacional de Niza. Colaboró con otros artistas como Isaac Stern, Yehudi Menuhin y Mstislav Rostropóvich, en esta época se atrevió a dirigir algunas importantes orquestas europeas. Rampal fue un promotor incansable del gran repertorio existente para la flauta, sobre todo del barroco y del clasicismo. Gracias a su labor, la flauta recuperó un sitial en el circuito de conciertos al mismo nivel que el piano o el violín. Se puede decir que grabó prácticamente todas las obras importantes para este instrumento, llegando a sumar más de 50 discos. Además incursionó en el jazz, el folclore, la música popular y la música oriental. Compositores como Jolivet, Francaix, Martinon, Poulenc y Boulez le dedicaron partituras, y como muestra de ello, en 1991 estrenó el Concierto para flauta escrito especialmente para él por Krzysztof Penderecki. Su última grabación la realizó en 1999 y fue de tríos y cuartetos con el trío Pasquier y acompañado por el flautista Claudi Arimany. El 20 de mayo de 2000, Jean-Pierre Rampal murió de un problema cardíaco, a los 78 años de edad. En 2005 fue creada la Fundación Jean-Pierre Rampal para dar continuidad al estudio de la flauta solista y a la apreciación y contribución que Rampal hizo a la interpretación de este instrumento en el siglo XX.