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François de La Rochefoucauld hizo célebre la frase: La diferencia entre una dama y una mujer del arroyo, no está en cómo es tratada, sino en cómo se comporta ella, así que la diferencia entre un demócrata y un fascista, no está en cómo es tratado, sino en cómo se comporta él
Es bueno repasar cuales fueron los antecedentes de la llamada Transición y sus protagonistas, a la hora de hacernos una opinión acerca de lo que sucedió entonces, cuando muchos de nuestros lectores no habían nacido y nadie les ha contado la verdad.
Al final de la dictadura fascista, la descomposición del régimen era evidente y buena parte de los sectores sociales que lo sustentaban iniciaron una vía de acercamiento entre todos ellos.
Esta vía de acercamiento a la democracia y entre los agentes que la defendían era consecuencia fundamentalmente, de la presión que ejercía en la calle, en los barrios, en las fábricas y en las esferas internacionales la oposición al régimen encabezada por el Partido Comunista de España desde la clandestinidad.
Por otro lado la oposición moderada al régimen de Franco, estaba formada por democratacristianos, nacionalistas, demócratas y progresistas vinculados muchos de ellos a la burguesía financiera, al empresariado y a Juan de Borbón, que reconocían la necesidad apremiante de transformar a España en un país democrático integrado en Europa y que a su vez pretendían reinstaurar la monarquía borbónica.
A este segundo grupo se le conoció con el Contubernio de Munich, celebrado en 1962.
Curiosamente Juan de Borbón, padre de Juan Carlos I, envió a Gil Robles (Miembro de su Consejo Privado) a Munich y cuando fue implicado por la prensa, desmintió que fuera su enviado a la vez que negaba su implicación, con la esperanza de poder suceder a Franco.
La aparición de Manuel Fraga como ministro de Información y Turismo, dio pie a la creación de sectores favorables a la reconversión del franquismo después de la muerte del dictador, en una democracia liberal y monárquica controlada por hombres fieles al Movimiento y a las esencias del franquismo, capaces de contener a los comunistas y evitar su llegada al Poder.
Fraga pretendió desde siempre, convertirse en el líder natural de esa derecha liberal a la que deberían sumarse los hombres del régimen de Franco dispuestos a dar continuidad al Movimiento, admitiendo el juego democrático como un mal menor y cortando el paso a Juan de Borbón, en sus aspiraciones a la sucesión establecida en la Ley de 1947 aprobada en Referéndum por Franco, que desembocaría en la designación de su hijo, Juan Carlos de Borbón en 1969, en la década siguiente la vinculación de Manuel Fraga con José María de Areilza, (Secretario del Consejo Privado de Juan de Borbón) le va a pasar factura.
Precisamente Areilza y Fraga, van a ser los grandes derrotados a la hora de suceder al fascista Arias Navarro como Presidente del Gobierno, al que sucedió Adolfo Suarez González.
Adolfo Suarez era un hombre, que por su edad, no había participado en la Guerra Civil española, pero había sido “alumno aventajado” del entonces Ministro Secretario General del Movimiento Fernando Herrero Tejedor, hombre próximo al Opus Dei y a Juan Carlos de Borbón, que estaba llamado a ser Presidente del Gobierno, pero muere en un extraño accidente de tráfico en 1975, siendo Ministro del Interior Manuel Fraga Iribarne.
La Transición española se tejió con mimbres de traiciones, engaños, zancadillas y muertos
Así que Adolfo Suarez, que era la mano derecha de Fernando Herrero Tejedor, fue el elegido de Juan Carlos de Borbón, no por su estancia en RTVE, no, lo que realmente guardaba Adolfo Suarez, era la información y los contactos que había atesorado como Vice-Secretario General del Movimiento.
Así como Juan Carlos era la garantía de continuidad de Franco, Adolfo Suarez era la garantía de continuidad del Movimiento, ya que sus hombres fueron los ganadores de las primeras elecciones y eso no lo puede cuestionar nadie hasta el 23F.
En el año 1975 ya se había consolidado la UMD Unión de Militares Demócratas, que pese a su impermeabilidad, mantenían un Sistema de Inteligencia paralelo al del Estado español, el cual servía de ayuda a la oposición democrática.
La UMD, contaba con el apoyo de algún miembro de la Casa del Príncipe, de infiltrados en los servicios de inteligencia del Estado español, de agentes del Movimiento de las Fuerzas Armadas de Portugal y otros servicios de inteligencia.
La UMD, se disolvió oficialmente un mes después de la celebración de las primeras elecciones democráticas (1977), pero realmente pasaron a la clandestinidad, después de varias detenciones, ante el cruel trato recibido y la desidia de los partidos políticos parlamentarios a los que apoyaron y sirvieron.
El principal cometido de la UMD, era espiar al ejército e informar a la oposición, su prueba de fuego fue precisamente el 23 de Febrero, donde tuvieron un papel destacado a la hora de neutralizar a buena parte de los golpistas intoxicando e interceptando sus comunicaciones hasta reducirlas al caos que propició su fracaso.
De la relación de implicados y las consecuencias que se podían derivar de esos datos, la UMD, nunca dio cumplida cuenta relegándolos al olvido voluntario.
Ese mismo olvido voluntario al que se sometieron muchos hombres y mujeres con tal de evitar un nuevo baño de sangre en un país que había hecho muchos sacrificios con tal de llegar a una democracia respetable, dentro y fuera del Estado español.
Esa misma democracia que pretenden dinamitar los herederos del fascismo y los enemigos de la democracia.
@ordosgonzalo
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