Triste y bastante molesto por el pésimo juego que le dieron sus tres toros hoy en la Plaza México, se marchó el español Enrique Ponce, quien agregó que lo único rescatable fue el enorme cariño que siempre le da el público mexicano. "Me voy triste por el juego de mis toros, fueron imposibles y así no se puede hacer nada. Busqué por todos lados la forma de hacer faena, pero la dificultad fue enorme; lo único valioso, como siempre, fue el enorme cariño que me tiene todo el público", afirmó. El valenciano explicó que sólo su primer rival lo dejó estar a gusto por escasos momentos, mismos que aprovechó para sacar la mejor parte y obligarlo a embestir, sin embargo, los otros dos nada permitieron. "El primero fue muy noble y por eso me permitió lidiarlo, pero los otros dos tuvieron mucha complicación, a pesar de los muchos intentos que traté, así es muy difícil, pero el esfuerzo se hizo y valió la pena", sostuvo. Dijo que se marcha muy agradecido y emocionado por el gran cariño que siempre le ha mostrado el público mexicano, tal y como sucedió hoy, y lamentó no haberles podido pagar todo ese apoyo con una buena actuación en el ruedo. "Espero regresar muy pronto, lidiar en esta hermosa Plaza México es algo que me llena por completo, ojalá que en ese retorno las cosas se me den de mejor manera, podría ser en febrero próximo", adelantó.