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Desde 2018, nos encontramos en una guerra cibernetica- asimétrica en progresión en perjuicio de Venezuela por factores ideológicos y de estructura económica
Asidero
El Psuv con urgencia debe comenzar a reorganizarse en sus bases dominadas por baronías y esquilachos. Ya que la espantada va a ser grande, luego de este proceso de inscripción que esta dando una sensación displicente de una realidad que es totalmente falsa. Se le ha venido dando oportunidades a los nacionalismos periféricos y a muchas demandas demagógicas, me preocupa que Diosdado y su comitiva no tengan una agenda de trabajo con las bases y que las instrucciones dadas, tengan una capacidad de reacción, Están convenciendo a los ciudadanos a base de billetes del Fondo de Gastos Público y no con ofertas verdaderamente laborales y, los proyectados planteados para la Tercera Edad y Cooperativas poco se ejecutan porque hay carencia de presupuesto y, todo queda bajo la protección de quien presenta ante las autoridades esa agenda de carácter financiero.
En consecuencia, ante tal actitud, estamos espantados porque una persona se inscribe en un partido político por vocación partidista, disciplina en la asistencia de reuniones e ideología, fomentada por la Escuela de Cuadros que tanto pregono el presidente, Hugo Rafael Chávez Frías.
El tejido social, está menos polarizado que la vida política. Apuesta por reconstruir consensos básicos y no hay otra manera que las motivaciones hacia la asistencia de los programas sociales.
La revolución es un camino hacia el aprendizaje y formación de líderes. La politización debe tener un carácter secundario
Momentos de crisis como el que hemos vivido creo que también son una oportunidad para esto. Creo que ha habido gente que se ha politizado en el transcurso de esta crisis. Aprovechándose de los recursos del Estado, tanto militares como civiles han abusado y no ejecutan los decretos e instrucciones dador por el ciudadano presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.
Cada vez se ve en los estudios sociológicos un gran desprestigio de la clase política, parece que la política tiene poco que ver con el ideal. ¿Es un problema de que la clase política no haya sabido transmitirlo, de que se ha generado escepticismo por la corrupción, por qué este divorcio entre política e ideal?
¿Cómo se podría reconectar esa experiencia social de participación, construcción social, con la vida política? Porque parece que se ha roto la relación entre voto y participación social, entre clase política y experiencia social.
La argumentación anterior, se debe es que no hay tiempo para ponerse los escarpines, Ya Donald Trump esta claro y solo el silencio dará la respuesta correspondiente y, todos a estar tranquilos porque el Psuv se encuentra fuera del enfoque de un partido verdaderamente patriota.
La Inteligencia Artificial- IA- nos ha tomado a través de las máquinas. Y esto, ha puesto en evidencia nuestra sensibilidad que puede ser engañada por los prototipos que ya se encuentran en el país a través de los androides, donde muchos ya piensan como seres humanos. Por el lado, observamos un Estado desasistido.
En la película Blade Runner (1982), de Ridley Scott-. Las artes son el reflejo del espíritu humano, de lo que nos distingue de manera definitiva de las máquinas. ¿Qué debemos pensar si nos vemos desplazados del ámbito de la creatividad?
Otro progreso inquietante en el campo de la inteligencia artificial fue el anuncio de un estudio de la Universidad de Stanford, el 7 de septiembre pasado, de que un algoritmo de IA podía reconocer con gran precisión si una persona es gay o heterosexual, simplemente con una foto de su rostro. Este supuesto Gaydar digital presuntamente puede identificar de manera correcta la orientación sexual de los hombres en el 81 por ciento de las ocasiones y de las mujeres el 74 por ciento. En cambio, observadores humanos sometidos a la misma muestra acertaron en la orientación sexual de los hombres en 61 por ciento y de las mujeres en 54 por ciento de los casos. Este estudio, llevado a cabo por Michal Kosinski y Yilun Wang propone que: “una cara contiene mucha más información sobre la orientación sexual de la que puede percibir e interpretar el cerebro humano”, esto significa que hay características “atípicas de género”, expresiones y estilos que pueden ser reconocidos por un algoritmo.
Es interesante y estas cosas no se hablan en las casas donde se reúnen las comadres y comprades para ver cuando llegan las cajas CLAPS y, quién es la próxima víctima, otros viajan a EEUU y sus contactos les guardan las cajas sí duran seis meses, cuando la ley estipula tres meses para suspenderla. En esto, hemos perdido veinte años y ya, estamos en una estrategia de guerra de Estados Unidos de Norteamérica hacia América Latina, cuyo enfoque es Venezuela porque es cabeza de playa hacia la Cuenca del Caribe.
Por tanto, la introducción de la IA en la industria no ha deprimido -¿aún?- el mercado de trabajo, no ha generado oleadas de despidos ni tampoco se ha traducido en aumentos brutales de la productividad. Pero, ya nos han controlado emocionalmente.
Las máquinas inteligentes aún no están dictando nuestro destino, somos nosotros quienes, por conveniencia, facilidad, costumbre, fascinación con lo novedoso o fatalidad, elegimos adoptar ciertas tecnologías. Nuestras decisiones en un futuro cercano podrán llevarnos de ser los amos y dueños de la tecnología a convertirnos en espectadores y eventualmente en mascotas de una civilización maquinal naciente, en seres consentidos, sobre entretenidos, inútiles y desechables. Es nuestra responsabilidad -si logramos despegar los ojos de la pantalla- cuestionar el pacto fáustico que estamos escribiendo con nuestras tecnologías y darnos cuenta de que no bastará darle un “no me gusta” en Facebook a la trayectoria que sigue la tecnocultura para volver a ser los responsables de nuestro destino.
He quedado sorprendido, como las personas están sugestionadas con los celulares inteligentes y no miran hacia los lados. Ya EEUU y sus colonias tienen nuestros datos de perfil.
“La Tecnología es clave en nuestra evolución social y el campo militar norteamericano ya tiene nuestra data, mediante el uso de las computadoras y las Ciencias Biológicas hacen el resto del trabajo, al permitir que los individuos adopten tecnologías de aplicación que transforman nuestro pensamiento social y dan paso a nuestra evolución micobacteriana”.
Así me exprese en una oportunidad en una conferencia cristiana en la Asamblea Evangélica de Guigue en el año 1985.
“Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad”. Atribuida a Albert Einstein, la frase condensa los recelos que rodean cada (r)evolución tecnológica. Pero la especie humana no solo ha convivido siempre con la tecnología: le debe su propia condición de humanidad. Hace pocos años un equipo de arqueólogos halló uno de los primeros dibujos de nuestra especie. Es un trazo en forma de zigzag, probablemente grabado con un diente de tiburón en una valva de molusco, hace más de 500.000 años, por uno de nuestros antepasados: el Homo erectus (Balter, 2014). Los erectus usaban dientes de tiburón para fabricar herramientas afiladas.
Dientes de tiburón, piedras cortantes, palos para excavar la tierra en busca de raíces… Para algunos Homo erectus eran inestimables innovaciones tecnológicas que enriquecían las formas de alimentación y supervivencia. Para otros, eran objetos peligrosos: implicaban armas dañinas, cambios de dieta, modos de hacer y de pensar diferentes de los ya conocidos. El temor a la innovación ha estado posiblemente ligado a la evolución de la especie. Pero los homínidos que sobrevivieron fueron los que usaron la tecnología para adaptarse a las transformaciones del medio ambiente. Descendemos de ellos, de los que se atrevieron.
Son verdades, me acuerdo de los programas del presidente Chávez y las recomendaciones del Doctor farmaceuta Eduardo Samán para alimentarse bien, las vitaminas y proteínas que exigían nuestro cuerpo y la dinamización de la sociedad en sus quehaceres cotidianos.
Desde que se tiene registros de la vida del ser humano, la tecnología ha sido la clave de la evolución como sociedad. Sin las variadas tecnologías que han desarrollado las distintas especies de homínidos, probablemente seguiríamos viviendo en cavernas y alimentándonos de lo que pudiéramos encontrar. Desde las antorchas con las que nuestros ancestros pudieron explorar la noche, la agricultura, la domesticación de animales y la selección de semillas, los sistemas de riego de la antigua Mesopotamia, las máquinas a vapor del siglo XVII, la bombilla eléctrica de Thomas Edison, el teléfono inventado por Antonio Meucci, el primer automóvil construido por Karl Benz, hasta los smartphones, las pieles humanas artificiales y las retinas electrónicas, las modificaciones nacidas de la ciencia y la tecnología son los factores de mayor cambio en la sociedad.
Somos, desde los tiempos paleolíticos, humanos tecnificados, cuerpos que según sus necesidades incorporan o añaden elementos externos. El homínido que cayó de un árbol, se rompió una pierna y tomó una rama caída para apoyarse, creó el primer bastón. Se trataba ya de un huma(noide) tecnificado. Le siguieron más elementos de ayuda para capacidades insuficientes. Roger Bacon, un monje franciscano inglés del siglo XIII, descubrió que un segmento de cristal hace ver los objetos mayores y más gruesos. Se supone que fue el verdadero inventor de las gafas, una de nuestras tecnologías de ayuda más comunes.
La lucha es de contrarios y de fuerzas anarquistas, una guerra entre empresarios y gobierno por el control de nuestras riquezas
Somos desde los tiempos paleolíticos, humanos tecnificados, cuerpos que según sus necesidades incorporan o añaden elementos externos
Les sucedieron las prótesis cada vez más perfeccionadas: se buscaba la sustitución de un miembro del cuerpo por un aparato especial que reproducía la parte que faltaba. En 1858 se desenterraron en Italia los restos de una prótesis para pierna, construida con hierro y bronce para una persona amputada por debajo de la rodilla. Databa del 300 a. C. Las siguientes se registran en el Renacimiento, cuando se crearon prótesis de hierro, acero y cobre.
Reclamadas por las guerras en las cuales los hombres perdían sus miembros, las prótesis se fueron mejorando. A medida que se desarrollaba la Guerra Civil estadounidense, la cantidad de amputados crecía de forma astronómica, lo que forzó a médicos y legos a aventurarse en el campo de la protésica. James Hanger, uno de los primeros amputados de la Guerra Civil, desarrolló con duelas de barril cortadas la “Extremidad Hanger”.
Otros médicos desarrollaron los perfeccionamientos que impusieron en los mecanismos y materiales de los dispositivos de la época. Las dos Guerras Mundiales fomentaron el avance en este campo. Después de la Segunda Guerra Mundial, los veteranos estaban descontentos por falta de tecnología en sus dispositivos y exigían mejoras. El gobierno de los EEUU cerró un trato con compañías militares para que mejoraran la función protésica en lugar de la de las armas. Una prioridad sugestiva.
Ahora, la tecnología, tiene un nuevo enfoque la guerra microbiológica y espacial con utilización de laboratorios de investigación clínica, respaldada por la antropología de los pueblos. En un tiempo, en América Latina bajo la anuencia del presidente Carlos Andrés Pérez y de Fidel Alejandro Castro Ruz, ambos de la Internacional Socialista de Alemania concretaron audaces sueños en el análisis revolucionario y, aquella generación de jóvenes y niños cubanos y venezolanos crecimos con el espíritu revolucionario y movilizador de aquellos años setenta, 70, y ochenta, 80, figuraron en Caracas por Acción Democrática, Darío Vivas, hoy gobernador- protector de Caracas y Aristóbulo Isturiz, de Bolívar Andrés Velásquez y en Carabobo nos seleccionaron un aproximado de 35 jóvenes. Nos enseñaron los últimos adelantos de la ciencia, ideología y la materia fundamental era el arte de la oratoria y desarrollo de la personalidad.
¿Qué enseña el Psuv, hoy? Tener un arma en el cinto y violentar los Derechos Humanos mediante la utilización de la fuerza motorizada y los colectivos.
No estoy inventando nada. Solo espero, vayamos a una reflexión globalizada, Trump tiene todo preparado para Venezuela y el gobierno bolivariano ya debería estar preparando al pueblo por lo que ha de venir y abrir subterráneos para abrigar a la población y no gritando y vociferando asuntos que no son de debates públicos.
Los jóvenes de esa época aprendimos a mirarnos mejor y más críticamente. Existía libertad de expresión. Los carnets eran solo eran para los militantes y simpatizantes, en mi caso, nos reuníamos en un restaurant- hotel llamado Excelsior y Yamantigo para comer pizzas y mondongos ligeros y en el hotel se hospedaban varios filósofos, entre ellos el chileno Doctor Teodoro Lackaris de ascendencia europea y que vio luz en Valparaíso. Y Villa del Mar.
Hay que dejar la irracionalidad atrás, nos estamos enfrentando a dos batallas políticas, la interna por incompetencia de los funcionarios de las instituciones delo gobierno bolivariano y la de Donald Trump que es cibernética y con tecnología biológica- cibernética, esta última lleva un lazo de terrorismo porque su mayor engaño es la integración regional por un mundo mejor. Estamos en un mundo plagados de Amenazas, desigualdades e injusticias.
Ahora, existe una realidad. Hay un enemigo común que cambia de tácticas a cada momento. Cuyo propósito es ahogar a la nación y derrocar a la Revolución Socialista, encontrándose de cuerpo presente, como también permanece con convicciones, firmeza y unidad expresando sus ideas, pero es contrario a Nicolás Maduro, siendo del mismo Psuv, no hacen absolutamente nada bien.
Es el momento de romper con los lobbies y traducir los sueños en verdades concretas con sus realidades, es necesario e indispensable formular una plataforma de ideas, hay que escuchar al pueblo, a los escritores, filósofos y artesanos. Necesitamos levantar las insignias del Libertador y hacer un giro político y renovar desde Consejos Comunales hasta el gabinete ministerial.
Ya expliqué. Nos están atacando con armas silenciosas desde años atrás, armas novedosas desde biológicas hasta bioquímicas, letales o letárgicas, regadas no solo en Venezuela, sino también en aquellas tierras que tiene recursos naturales. Y Trump como los judíos vendrán por ellas.
El concepto de soberanía debe expandirse al reconocimiento del imperativo de analizar con cabeza propia nuestra realidad y la del mundo que nos rodea, de impulsar un desarrollo científico en beneficio del crecimiento económico.
Cuando todavía se combate el analfabetismo, se renova la enseñanza universitaria y se fundan los primeros centros de investigación. En medio de la precariedad del período especial transitorio en que estamos, debe impulsarse el trabajo en el campo de la biotecnología. No podemos renunciar a apoderarnos del saber más avanzado.
Del antinjerencismo, se pasaba al antimperialismo. El vínculo con el destino de Nuestra América se extendía a un Tercer Mundo lastrado por el coloniaje y el subdesarrollo. De modo consecuente, la noción abstracta de solidaridad internacional debe ser traducida en acciones concretas. No descartemos el empleo de las armas. Organicémonos para la subversión que viene, mediante el uso de distintas formas de golpes de Estado, por la vía tradicional de ejércitos entrenados a su servicio, que son mercenarios y ya están en el país según el presidente Maduro, por la vía de parlamentos doblegados a sus intereses, por el control de los medios de información a escala universal, por la utilización de fundamentalismos religiosos, por la demonización de las corrientes progresistas y mediante la inoculación sutil de falsas expectativas de vida. Construyen ilusorias aspiraciones de futuro que inducen a los incautos a votar contra sus intereses más legítimos. . Desde que las guerras se libran fundamentalmente contra la población civil, la mujer ocupa también el lugar prioritario como víctima y justificación, no sólo de las bombas sino de la propaganda de guerra.
Pero el cambio de formato en la representación de la guerra, la elaboración de los relatos justificatorios, la manipulación de la opinión pública interna y externa, y, fundamentalmente, las nuevas formas de guerra –la llamada guerra de cuarta generación, guerra psicológica o guerra encubierta-, han producido transformaciones en la imagen de la mujer al servicio de las campañas bélicas. Su imagen se ha convertido en el eje articulador de los relatos mediáticos en contra de los “Estados canallas” en una nueva dirección, han pasado de víctimas o instigadoras a ser la representación más eficaz de la disidencia interna adoptando el rol de testigos y oposición pacífica.
Dejemos de gruñir y dejar de ser fieles al Socialismo como proyecto emancipatorio. Seamos amantes de la libertad mediante un proceso revolucionario autentico, deslindado de las disidencias, posiciones, delincuencias. dejando claro cuál sería el tono de su tinta. No seamos tan mansos para dejarnos engañar de quienes son nuestros propios acusadores. Pero, , ¿qué temer? Al cabo ellas, María Corina Machado y Gabriela Chávez, podrían ser las Damas de Blanco de Venezuela y, que en verdad, necesitamos verlas y escribir al final una sola Palabra, Gracias Trump por darnos la oportunidad de ver estas dos mujeres en una fiera lucha por la paz y que una de ellas fuese la presidente de la República, ya que lamentablemente el presidente Maduro Moros fue engañado vilmente y al igual que Chávez le juraron fidelidad y cayeron por ser traicionados en las peores condiciones, ya no podemos seguir aguantando más devaluaciones y estar inmerso en una economía hiperinflacionaria.
¿Qué país es ese, qué bazofia de gobierno puede ser el que le teme a las preguntas, y llena calabozos no solo con sus némesis sino hasta con sus fieles
Tenemos que aprender a hacer más con menos. Necesitamos ser más eficaces, desarrollar una tecnología más duradera para que se integre en nuestras vidas de una forma más robusta, más consistente. Necesitamos hacer sistemas de backup para cuando la tecnología falle en caso de catástrofe. Y, por último, tiene que haber ética, moral y principios más allá de los sistemas o no conseguiremos construir la realidad en la que deseamos vivir.
La historia humana es la historia de nuestras herramientas y la forma en que nos relacionamos con ellas; es el recuento de los objetos que materializan las ideas y hacen posible la supervivencia de una especie frágil. La tecnología es la puesta en práctica del conocimiento para resolver problemas o para hacer la vida más amable pero también es una fuerza que nos define, una colección de voluntades que aplican el ingenio para cambiar el mundo. De las herramientas manuales, que usan la fuerza del usuario, pasamos a las máquinas que emplean una variedad de fuentes de energía para convertir la materia y hacer cosas útiles. La suma de esas herramientas ha dado sentido a las civilizaciones, a su poder de adaptar y destruir el medio ambiente, someter a sus vecinos y defenderse de sus enemigos, así como crear belleza, descifrar la naturaleza y transformarse a si mismas en el proceso. Nuestras tecnologías reflejan nuestras necesidades y cosmogonías, y la llegada de la era digital marca una serie de cambios sin precedentes en lo que esperamos de ellas y la manera en que entendemos la vida. Es en esta era en que surgen herramientas capaces de pensar por nosotros, que en vez de materializar nuestras ideas, pueden generar sus propias ideas y encontrar soluciones a problemas. Ya Donald Trump está con nosotros.
* Escrito por Emiro Vera Suárez, Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajo en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño