¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Antonio Rodríguez Jiménez escriba una noticia?
Tras la estabilización de los frentes iniciado el verano al alcanzar las tropas rusas sus objetivos "básicos" de invasión, este otoño las tropas de Kiev han pasado al contraataque obteniendo una serie espectacular de éxitos en batalla llevando a Moscú a la crisis
Antes del 24 de febrero de 2022 todos los analistas en política internacional y defensa especulaban sobre si las amenazas de guerra rusas a Ucrania no eran más que bravatas o se traducirían en una ofensiva limitada para asegurar las regiones de Donestk y Lugansk y el corredor terrestre a la península de Crimea, la solución menor, o una invasión en toda regla para derrocar el gobierno ucraniano y convertir Ucrania en un estado títere de Moscú al estilo de Bielorrusia.
Los hechos demostraron que eran aquellos que apostaban por esta tercera opción los que tenían razón, pero si entre este grupo había analistas que vaticinaban una victoria rusa relámpago y que en el espacio de unas pocas semanas Ucrania seria invadida y controlada no pudieron estar más equivocados, pues desde el primer momento Ucrania presentó una durísima resistencia y se apuntó éxitos espectaculares contra el invasor que sorprendieron a propios y extraños, mientras que los ejércitos rusos demostraban una serie de incapacidades e incompetencias totalmente increíbles e inatribuibles al que se suponía el segundo ejército del mundo.
Cumplidos ya 260 días desde el inicio de la invasión la primera fase del conflicto basada en la defensa a ultranza de Ucrania derrotando las grandes ofensivas rusas esta ya superada, una segunda fase en que Rusia pareció conformarse con asegurar los objetivos de la solución menor y volcar todos sus recursos en un solo blanco limitado cada vez y no malgastarlos y multitud de objetivos simultáneos de los que no se obtenía ninguno, como fruto de este cambio de estrategia pareció darse el pasado verano una estabilización de frentes con Rusia con conquistas, aparentemente, consolidadas en el este y sur de Ucrania y con visos a convertirse el conflicto en una guerra de desgaste interminable y condenada al olvido.
Está hipótesis saltó por los aires a finales del estío cuando en una serie contraofensivas victoriosas Ucrania ha recuperado grandes extensiones de su territorio, ha golpeado con contundencia al invasor en los frentes norte y sur, sus fuerzas armadas han demostrado una profesionalidad y habilidad táctica y estratégica envidiable, con ello se ha apuntado una serie de victorias militares que han humillado al invasor ruso, han puesto en entredicho la calidad de su armamento y la capacidad de combate de sus unidades y le han forzado a tomar medidas desesperadas de dudoso valor en el campo de batalla.
Analizar los motivos de este triunfo ucraniano merece un análisis detallado.
La ofensiva ucraniana
Fue al poco de iniciarse septiembre cuando el frente empezó a ganar actividad con más acción ucraniana en el norte en el área de Kharkov, segunda ciudad de Ucrania y que repelió un asalto ruso al inicio de la guerra, y en el sur en la provincia de Kherson al este del río Dnieper y que se considerá la clave para acceder a la península de Crimea por su situación de puente sobre ese río.
Usando con inteligencia el armamento que occidente le ha suministrado, la presión ucraniana en estas primeras semanas parecía concentrarse en el sur con la idea de Kherson como objetivo por lo que el ejército ruso distrajo fuerzas de otros frentes especialmente en el norte, zona de Kharkov, para reforzar el sur solo para comprobarse a finales de mes que todo era una finta, pues la presión en el sur se detuvo y todo el esfuerzo ucraniano cayo repentinamente en el norte dejando al Ejército Ruso totalmente al descubierto.
Este tipo de maniobras de distraer con un ataque diversivo para después dar el golpe principal en otra parte se conoce desde los tiempos de Anibal, lo que sorprende es que Rusia con capacidad de vigilancia por satélite, drones de reconocimiento y un servicio de inteligencia casi legendario haya sido incapaz de prever esta ofensiva.
Con un ejemplar control del campo de batalla multidominio: esto es el uso de guerra electrónica, ciberespacio, ataques informáticos y una completa vigilancia de la linea de combate mediante drones, el Ejercito Ucraniano demostró ser una herramienta muy resolutiva pues barría a las tropas soviéticas con artillería conducida por los drones que sobrevolaban el campo de batalla y que informaban de la posición exacta del enemigo en tiempo real mientras sus sistemas HIMARS (High Mobility Artillery Rocket System, Sistema de Artillería a Cohetes de Alta Movilidad) motorizados abandonaban las posiciones de tiro a nuevas localizaciones tras haber finalizado un bombardeo dejando la respuesta rusa perderse en el vacío, en tierra y eludiendo asaltos frontales infantería y blindados ucranianos optaban por rodear el enemigo en movimientos envolventes decisivos.
En este frente norte el cerco a las fuerzas rusas en la ciudad de Liman, 8.000 prisioneros, o la ruptura del frente ruso en Izium que expulsó a los rusos a hasta la región de Dombass, en esta retirada los rusos abandonaron centenares de vehículos y carros de combate intactos que capturados por los ucranianos los han usado contra sus antiguos dueños.
Son unas derrotas estas las sufridas por Rusia que recuerdan a las derrotas soviéticas en las primeras fases de la Operación Barbarroja de 1941 cuando la Alemania nazi invadió la URSS.
Con todo a mediados de octubre en el frente norte los ucranianos habían liberado 6.000 localidades y hasta 360.000 km cuadrados de territorio, 52 % del territorio ocupado desde el 24 de febrero, aumentando según Kiev las bajas mortales rusas hasta las 86.000, superando las perdidas totales de los USA en Vietnam en ocho años de conflicto, Rusia perdía todo el territorio ocupado en el frente norte al inicio de la guerra pasando la presión ucraniana al Dombass, amenazando las capitales regionales de Donetsk y Lugansk, y con ello liberando toda la zona ocupada de la región de Kharkov.
Con este éxito en el norte asegurado la ofensiva ucraniana se volcó esta vez sin fintas al sur obteniendo una serie de éxitos análogos a mediados de octubre pues el asalto ucraniano realizado al este de Kherson limpió de tropas rusas la cara occidental del Dnieper destruyendo, poniendo en fuga o capturando a las fuerzas rusas que se les opusieron llegando así desde el noreste a las puertas de Kherson a principios de noviembre siendo esta ciudad el objetivo primario lógico pues es la única capital regional que los rusos han podido conquistar, de hecho al cumplirse los primeros 260 días de guerra Ucrania había recuperado de los rusos más de la mitad del territorio perdido desde que se inició la guerra el 24 de febrero.
Las incapacidades rusas
Si algo ha destacado este conflicto es cuan amarga es la diferencia entre la propaganda y las bravatas nacionalistas con la realidad, nada más indicado frente al Ejército ruso el cual considerado el segundo más poderoso del mundo, solo superado por los EEUU, ha demostrado ser una maquina estropeada, poco operativa, sin imaginación, con lagunas tácticas increíbles, monolítica en su acción con una oficialidad y mandos a todos los niveles poco creativos y con escasa preparación militar y enferma de una corrupción endémica a todos los niveles.
Este cáncer de corrupción ha vivido casos tan sangrantes como que el millón y medio de uniformes de invierno preparado para equipar a las tropas rusas en el invierno que se avecina fue robado en masa de sus almacenes y vendido en el mercado negro con el mayor de los descaros, de hecho se publicitaban las ofertas de venta en E-Bay. Hasta el punto llegó el despropósito que las tropas reservistas movilizadas a la fuerza han tenido que costearse su propio equipo personal.
La poca calidad de los mandos se ha dejado sentir en el frente con unidades que han visto como sus oficiales se daban a la fuga del combate incluso en vehículos civiles dejando a la tropa a su suerte o el mando de mandos subalternos poco capacitados para mandar unidades numerosas, una escena despachada en las redes sociales mostró como unos pocos suboficiales rusos ordenaban a gritos a sus hombres que se subieran a un blindado para abandonar las trincheras que defendían al grito: "El capitán y los tenientes se han largado, vámonos de aquí", en tropel los soldados se suben a un blindado que parte a la carrera sobrecargado de gente solo para volcar en una cuneta al poco de haber empezado la marcha.
O otra imagen en que los integrantes de un blindado BMP se rinden con su vehículo a los ucranianos porque: "Les habían abandonado".
Se han detectado incompetencias increíbles como que un noticiero ruso informara sobre un bombardeo impreciso ucraniano sobre una estación para que justo tras el informativo los ucranianos repitieran el bombardeo esta vez con total precisión destruyendo trenes e instalaciones. O dislates como que la temida por su barbarie Brigada Chechena publicara a diario en la red social Tic-Toc su actividad diaria en su cuartel general en la retaguardia del frente, basto que los ucranianos identificaran la posición y la barrieran con cohetes HIMARS, los chechenos admitieron al inicio 40 muertos y 60 heridos por el bombardeo pero un par de días tras el ataque se conoció que esa indiscreción costó al líder checheno Salman Kadirov cuatrocientos de sus mejores hombres.
No es solo una serie de hechos aislados sino que parece que la alta estrategia de Moscú esta afectada por esta mediocridad, un ejemplo trágico de esta impericia se pudo constatar en la 50º Brigada de Infantería Naval que al partir de su base de Petropavlosk en el el Báltico al frente a finales de febrero se hizo una foto de grupo con los 750 integrantes de la unidad que acudían a la guerra, al cumplirse el 250º día de conflicto los supervivientes de la brigada se hicieron una nueva foto en el frente de Kharkov, solo quedaban 16 miembros de la brigada el resto habían muerto, languidecían heridos en hospitales o eran prisioneros de guerra.
Mal empleo de las unidades de élite
Esta imagen es una constante en las unidades rusas y más en sus fuerzas de élite, en este caso Infantería de Marina, y especialmente entre sus unidades paracaidistas que con su fama ganada a pulso en Afganistán de fuerzas de élite, han sido enviadas a la batalla en ataques ruinosos más protegidos por su prestigio que con unos planes tácticos serios y sin un apoyo eficiente, el desastre que las unidades paracaidistas rusas en la toma fallida del aeropuerto de Gostomel a principios del conflicto o el fiasco del desembarco en Odessa que descalabró a los infantes de marina rusos son ejemplos de este empleo erróneo de unidades de élite, que lo eran, pero que fueron lanzados al ataque al descubierto contra objetivos en alerta y ferreamente defendidos que rechazaron los ataques desangrando a estas unidades punteras de muy difícil remplazo.
Algunos disidentes rusos han destacado que los planes de ataque que estas fuerzas recibieron eran más propias de un "guión cinematográfico" que de un plan militar serio.
La respuesta oficial rusa a estas perdidas ha sido recurrir a la movilización masiva de reservistas, muchos, sino la totalidad, ya maduros, en mala forma física y mandarlos al frente con poco entrenamiento, equipo y armamento anticuado y mala organización, el resultado ha sido la más de las veces desastroso pues estos reservistas han sido lanzados a la ofensiva en ataques frontales absurdos más propios de la primera guerra mundial.
Uno de muchos ejemplos trágicos de esto se vivió en las afueras de Lisichansk en el frente norte cuando a mediados de octubre desde las lineas ucranianas se vio con estupor como las tropas rusas se lanzaban contra ellos de frente sin ninguna clase de apoyo, la defensa ucraniana bien escalonada y con posiciones que se apoyan mutuamente barrió a los atacantes, hubo 300 muertos entre los soviéticos según Kiev, y los equipos anticarro destruyeron a la mitad de la fuerza de blindados rusos que en vez de apoyar el ataque con la consabida táctica de fuego y movimiento se lanzaron en una cabalgada a campo abierto sin sentido contra las posiciones ucranianas.
Para colmo el armamento ruso ha demostrado ser de una calidad muy baja y en conjunto muy inferior al equipo occidental. Como ejemplos más evidentes toda la generación de carros basada en el T-72, la absoluta mayoría de los efectivos blindados rusos, es vulnerable a las armas anticarros que dispone Ucrania, de origen soviético y occidental, y estallan con facilidad volando la torreta del vehículo por un defecto de diseño en la colocación del polvorín, los blindados de transporte de tropas de la serie BMP y BMD ha demostrado ser tan o más vulnerables que los carros aumentando la lista de bajas y material perdido.
O otro ejemplo, que los helicópteros de ataque Ka-50 reclamados como los mejores del mundo por la propaganda de Moscú han caído abatidos en numero de 23 del total de 90 que dispone las fuerzas rusas, unas perdidas del 25%. La lista sigue, como que la mala utilización de misiles de largo alcance contra objetivos poco provechosos, infraestructuras civiles, ha llevado a la escasez de estas armas forzando al Kremlin a recurrir al uso masivo de drones suicidas adquiridos a Irán que aunque en ataques masivos contra infraestructuras eléctricas contra Kiev y otras ciudades han llevado a apagones y cortes de luz, han demostrado ser muy vulnerables al fuego antiaéreo.
Con todas estas amargas lecciones aprendidas, se estiman el promedio de bajas diarias rusas en 500 llegando a un total 86.000 al 260 día de conflicto, se puede aseverar que la fama de 2º ejército del mundo que se atribuía al ejército ruso es una falacia y que Rusia tardará mucho en recuperar su prestigio militar.
En las últimas batallas el ejército ucraniano se ha batido de forma brillante y decisiva mientras Rusia ha mostrado incapacidades sorprendentes
Innovaciones ucranianas
Con todo es necesario reconocer una obviedad, Ucrania ha sufrido bajas terribles en esta guerra, es muy posible que la estimación que hizo de las perdidas ucranianas el general Mark Myley, jefe del Estado Mayor de EEUU, que equiparó las bajas ucranianas a las rusas, 100.000 por cada bando, sea errónea por la razón plausible que de haber sufrido tales perdidas Ucrania habría colapsado pese a la ayuda occidental.
Pero aunque sean inferiores al enemigo nada quita que Ucrania ha sufrido durísimas bajas en batalla y perdido miles de hombres de sus fuerzas armadas, además de estimarse las bajas civiles ucranianas en 40.000.
Reconociendo estas perdidas el mundo esta sorprendido de gran parte de las innovaciones que Ucrania ha desplegado en combate de su habilidad táctica y de los éxitos logrados que han puesto al invasor en jaque.
En esta contraofensiva esta habilidad se ha vuelto patente en el combate ordinario pues frente al anquilosamiento ruso los ucranianos han optado por una gran maniobrabilidad, elasticidad de movimientos, combinación de ataques, repliegues y luego contraataques envolventes para desgastar y superar al enemigo que parece incapaz de emplear su potencial, el ucraniano parece un fino estilista de boxeo que machaca sin piedad a golpes por todos lados al coloso de su adversario el cual atontado y lento se tambalea mientras lanza los golpes al vacío y parece incapaz de sacar partido a su superior fuerza y tamaño.
El hecho que Ucrania haya reformado su ejército desde la derrota de 2014 a la manera occidental, creado un cuerpo de oficiales formados en occidente apoyado por un cuerpo de suboficiales formado academicamente y ambos entrenados de forma pragmática para aprovechar las ventajas que eventualmente el campo de batalla ofrece; esto contrasta con la herencia soviética del Ejército Ruso donde todo el mando está centralizado y toda iniciativa recae siempre en el mando superior que muchas veces no puede tomar una decisión rápida. Quizá sea esta la razón de la efectividad táctica ucraniana.
Armamento occidental de superior calidad
El uso de armamento occidental proporcionado a Ucrania ha sido decisivo y por lo aparente ha demostrado ser mucho más capaz que el armamento ruso o el antiguo de origen soviético. Así los misiles Javelin de EEUU se han revelado letales contra los blindados, los misiles británicos Thunderstreak mortales contra aviones y helicópteros en vuelo bajo y aunque otros sistemas como la artillería Caesar proporcionada por Francia o la artillería autopropulsada PZH-2000 aportada por Alemania e Italia también ha sido muy útil, incluidos los cohetes anticarro C-90 enviados por España y rápidamente consumidos en batalla.
Con todo, el arma que se ha revelado más decisiva es el sistema lanzacohetes HIMARS de EEUU. Gracias a su formidable alcance, hasta 300 km con misiles potenciados, el HIMARS se ha convertido en una arma decisiva pues ha permitido bombardear a las unidades rusas en su retaguardia, destruir su logística y comunicaciones y demoler infraestructuras que han mermado la capacidad del invasor. Una de las ventajas de este sistema es que aunque de tecnología muy avanzada su manejo es muy sencillo y en un curso de solo dos semanas puede formarse una tripulación que se limita a introducir en el sistema de tiro las coordenadas del objetivo, disparar y salir corriendo a otra posición de disparo.
Las comunicaciones cifradas desde el puesto de mando a las piezas permiten una comunicación inadvertida por el adversario y sobre todo la vigilancia por drones permite en tiempo real descubrir los objetivos asignar los blancos y batirlos con fuego de cohetes HIMARS al momento de ser localizados lo que da a este sistema de armas un empleo decisivo.
Se han vivido también episodios que evidencian esta superioridad armamentística como el ataque a la base de la flota del Mar Negro en Sebastopol el 28 de octubre, que los ucranianos realizaron con lanchas drone radio controladas, pese a que la guarnición rusa abrió fuego contra los incursores, algunos drones lancha fueron destruidos, varios de estos drones marinos impactaron contra dos fragatas y un destructor, este ultimo el Almirante Makarov actual buque insignia de la Flota del Mar Negro tras el hundimiento del Moskva, dañándolos de consideración.
La explosión del puente de Kerch que une la península de Crimea con Rusia por el sur usando un camión bomba fue también un golpe psicológico importante pues aunque las perdidas humanas solo fueron de dos muertos y el puente se abrió al tráfico en una semana, el hecho que Ucrania fuera capaz de atacar tan al sur supuso una humillación más para Moscú.
Con todos estos éxitos concatenándose no era de extrañar llegar a un culmen y este se dio el 12 de noviembre con la recuperación por Ucrania de la ciudad de Kherson.
Kherson
Conquistada el mes de marzo Kherson era la única capital de oblast, provincia, que había caído en manos rusas desde que se inició la guerra, su captura no vivió el dramatismo del asedio de Mariupol pero al ser nada menos que una capital provincial era todo un símbolo para ambos bandos. Ucrania ansiaba su reconquista y Rusia mantenerla como ejemplo de éxito.
Sin embargo su ubicación en en la margen occidental del Dnieper siendo este río una barrera natural entre el continente y la península de Crimea la hacia muy comprometida de defender a un asalto proveniente desde el oeste, pues el defensor ruso se encontraba con un río a la espalda sin posibilidad de una retirada por la barrera natural del cauce, consecuencia estratégica de ello es que de ser cercada su guarnición no tendría ninguna posibilidad de escapar, usando misiles HIMARS Ucrania destruyó todos los puentes sobe el Dnieper solo practicándose el paso del río mediante transbordadores y barcazas con la dificultad añadida de hacerlo bajo fuego enemigo.
Con ello resultaba evidente que ante el arrollador empuje ucraniano el defender la ciudad a ultranza solo significaría que la guarnición seria rodeada y cercada, y con ello sus 40.000 efectivos, muchos de ellos paracaidistas de élite de las pocas fuerzas de choque que le quedan a Rusia tras su derroche en las fases iniciales del conflicto, serian capturados privando a Rusia de un nutrido grupo de fuerzas de primera clase que en el otro lado del Dnieper vivirían para luchar otro día.
Evidentemente la única solución era la retirada, anunciada por el Ministro de Defensa ruso el día 5 de noviembre y que empezó con el cruce de los paracaidistas al otro margen del Dnieper seguidos después por los reservistas hasta completarse el día 11 en un repliegue en barcazas bien ejecutado, el día 12 las tropas ucranianas entraban en la ciudad siendo recibidas entre el entusiasmo popular y el día 15 el presidente Zelensky visitaba la ciudad recién liberada. Es el mayor éxito militar ucraniano en esta guerra.
No se puede negar que la retirada rusa es una maniobra inteligente, pues aunque una unidad de comandos ucranianos han atravesado el río desembarcando en la península de Kinburn en la desembocadura del Dnieper al Mar Negro, una acción menor más que otra cosa, lo cierto es que el Dnieper es una perfecta barrera natural difícil de atravesar pues ya no hay puentes que la crucen y defenderse usando esa barrera es algo sencillo, además organizar una suerte de Dia-D fluvial por Ucrania parece harto difícil, una cosa es una unidad de operaciones especiales y otra trasladar una fuerza del tamaño de un cuerpo de ejército a través de un río caudaloso.
Con todo ello la caída de Kherson abre nuevas perspectivas en el conflicto tanto en el campo militar como en el político.
Futuribles
Con Rusia empeñada en un bombardeo constante con misiles a la infraestructura eléctrica ucraniana, destruida en un 30 % y con la población sufriendo continuos apagones de luz y calefacción a puertas del invierno, se estiman en 10 millones las personas sin electricidad ni calefacción por estos bombardeos. Pero pese a estos ataques no parece que por parte de Moscú haya capacidad para realizar una gran contraofensiva con éxito a corto medio plazo, por parte ucraniana se especula que tras los avances en el norte y sur del frente lo más prometedor es un asalto contra el centro del frente en el oblast de Zaporiya con la ciudad de Melitopol como objetivo.
La maniobra es prometedora pues de conquistarse se rompería el corredor costero de Rusia hasta Crimea y el frente ruso quedaría cortado en dos, ahora bien Ucrania necesitaría disponer de la fuerza suficiente para realizar esta ofensiva y Rusia seguir demostrando la incompetencia demostrada en las últimas operaciones y todos los analistas se inclinan a pensar que este avance debe hacerse antes que el invierno como tal empiece y sea el barro primero y el frío invernal el que pare las operaciones, lo que daría unos 60 días de margen a lo sumo para completar estas ofensivas.
Sin embargo la conquista de Kherson abre un cuadro diplomático factible pues con estas victorias Ucrania puede presentarse claramente como el vencedor moral de esta guerra, pequeña nación derrota y expulsa al jactancioso invasor, y Rusia al conservar el control de las regiones orientales prorrusas tendría el premio de consolación para no parecer como humillada pese a sus fracasos militares.
Por ello el mismo Zelensky presentó un decálogo de paz justo a la reconquista de Kherson, aunque la exigencia de devolución de todos los territorios perdidos desde 2014 se presenta como una exigencia inasumible, y los países occidentales, con EEUU al frente, también piden con la diplomacia adecuada, especialmente hacia Kiev, y manteniendo el apoyo a Ucrania el alcanzar un acuerdo de paz cuanto antes, la misma China aboga también por un acuerdo en este sentido sin mojarse en la guerra ni por un bando ni por otro.
Con todo la guerra continua con combates en tierra y bombardeos con misiles rusos, la caída de un misil en territorio polaco causando dos victimas puso en vilo al mundo durante dos días por un riesgo de escalada del conflicto, sin embargo las investigaciones parecen verificar que fue un arma antiaérea ucraniana S-300 que se desvió de ruta con lo que el asunto solo seria un accidente inintencionado, sin que todavía se vea una propuesta de alto el fuego viable por lo que es muy previsible que se entre en 2023 aún con los frentes en activo.
Durante todo el conflicto y al cumplirse ciertos hitos: caída de Mariupol, cierre del corredor a Crimea, se ha especulado con un cese del conflicto y este ha continuado con virulencia, la contraofensiva victoriosa de Ucrania y la recaptura de Kherson es un hito más de esta guerra, que se revele como punto de inflexión que suponga el fin del conflicto todavía está por ver.