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El documento de la UNICEF, ‘Nuestro clima, Nuestros niños, Nuestra responsabilidad’, mide las acciones que se realizan para cumplir los Objetivos del Milenio propuestos por la ONU, para erradicar el hambre de la niñez pobre para el 2020. El informe presupone un cambio climático apto para 2050
Los niños son las primeras víctimas del calentamiento del planeta, según Unicef: 690 millones de menores viven en las regiones más expuestas a las consecuencias del cambio climático.
Unos 530 millones de niños habitan en países sometidos regularmente a inundaciones catastróficas, en su mayoría en Asia, como la actual de Sri-Lanka, y 160 millones en zonas de gran sequía, principalmente en África, indica un estudio publicado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Son las principales víctimas de un cambio causado en gran parte por el desarrollo de los países del tercer Mundo. Así lo asegura un informe de la agencia para la niñez (UNICEF) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que ha hecho un llamamiento urgente para la toma de medidas.
El documento de la UNICEF, titulado ‘Nuestro clima, Nuestros niños, Nuestra responsabilidad’, mide las acciones que se han realizado para cumplir los Objetivos del Milenio propuestos por la ONU y entre los que está consignada la tarea de erradicar el hambre de la niñez pobre para el 2020. El informe revela fallos en aspectos como la salud, la educación y la igualdad de género.
“Es claro que un error para erradicar los problemas del cambio climático se convierte en un desastre en lo que se refiere a la protección de la niñez” explica el director de la UNICEF en Reino Unido, David Bull. “Los niños pobres, que son quienes menos han contribuido al cambio climático, son los que más sufren sus consecuencias” añade.
El informe asegura que el calentamiento global puede causar la muerte de entre 40.000 y 160.000 niños al año en Asia y en África subsahariana, al contribuir con el descenso del crecimiento económico en esas regiones. Y no se incluyen aquí las víctimas de la emigración actual para lo cual, por cierto, España está ausente.
También hace referencia al hecho de que si las temperaturas sobrepasan esos dos grados centígrados de los niveles pre-industriales señalados en la Conferencia de París del 11 de diciembre de 2015, unas 200 millones de personas alrededor del mundo podrían enfrentarse a la hambruna, cifra que podría aumentar hasta los 550 millones de niños si la temperatura sobrepasara los tres grados. O más, con la indiferencia de gentes como Mr. Trump.
El documento de la UNICEF establece que los daños económicos producidos por el cambio climático forzarán a los padres a sacar a los niños de la escuela en vastas zonas de Africa y Asia, lugar en el que comúnmente se les garantiza por lo menos una comida al día. Los padres necesitarán ese dinero para poder adquirir agua y gasolina.
Los expertos aseguran que los cambios en el medioambiente producidos por el calentamiento también contribuirán a extenderse a una serie de enfermedades mortales como la malaria o paludismo, la desnutrición, la diarrea aguda y la neumonía, que matan a 900.000 niños anualmente y de enfermedades de las que se han empezado a observar brotes en áreas que antes no se habían visto afectadas, por el calentamiento global.
Y aunque varios Gobiernos del Tercer Mundo han mostrado su preocupación por los efectos del calentamiento global, tomando una serie de medidas preventivas, algunos ecologistas afirman que la subida de dos grados Celsius es casi inevitable, independientemente de las acciones que se están implementando ya desde 2015.
Los científicos predicen que las temperaturas globales promedio subirán inexorablemente entre uno y medio y cuatro grados en este siglo, debido a las emisiones de carbón provenientes de la quema de combustibles fósiles para la producción de energía (en lo que Trump ha dicho que va a colaborar explotando aún más las cuencas carboníferas de EE.UU.). El balance de este calentamiento es un aumento de las inundaciones, hambres, violentas tormentas y sequías, como las que ya se están observando en el día a día del planeta Tierra.
Todo esto se agrava aún más con las acciones de naciones como China, que abre una nueva central eléctrica de carbón por semana. Este país, que posee enormes reservas del mineral y cuya economía crece un 10% por año, está cerca de alcanzar a Estados Unidos como el líder mundial en emisiones de carbono.
Como se sabe 140 jefes de estado del mundo se reunieron en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre de 2015 en busca de un acuerdo ambicioso y vinculante, excepto para EE.UU..
Según el reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el nivel de concentración de gases de efecto invernadero (el principal causante del cambio climático) en la atmósfera alcanzó un nuevo récord en 2014, que fue el más caluroso del siglo.
Los científicos han advertido que si continúa la tendencia actual, el aumento de la temperatura global podría ser hasta de seis grados hacia el año 2100, con efectos devastadores para las zonas costeras, los ecosistemas y las economías de todo el mundo.
Son los niños quienes van a sufrir más el cambio climático, ellos sufren ya pesadamente las consecuencias", explica Nicholas Rees, uno de los autores del estudio.
Los fenómenos climáticos extremos amplificados por el alza de la temperatura mundial -huracanes, inundaciones, sequía, olas de calor- aceleran también la propagación de las principales enfermedades infantiles, incluida la malaria y las diarreas.
Unicef recomienda "dar absoluta prioridad en la adaptación al cambio climático a las necesidades de los más vulnerables, entre ellos los niños".
Unicef recordó que el cambio climático provoca más fenómenos meteorológicos devastadores y los multiplica lo cual acelera también la propagación de las principales enfermedades infantiles ya citadas. Es un círculo vicioso.
Por otra parte, un informe recién publicado por un organismo especializado de las Naciones Unidas reiteró que la frecuencia de los desastres relacionados con el clima está aumentando sin ninguna duda en cifras globales pues según las estadísticas de los últimos veinte años dicen que se han cobrado ya un promedio anual de 30.000 vidas y causado más de 4.000 millones de heridos o damnificados, mucho más de lo previsto por cálculos pesimistas.
Los desastres atribuidos cada año a fenómenos climáticos han sido 335 en promedio, lo que representa un 14 % más que en el decenio anterior y el doble que en los primeros años del 2.000. Estas informaciones se apoyan en las estadísticas del Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres (CRED), una entidad científica que recolecta y analiza esa información a escala mundial.
El Museo de Historia Natural de Nueva York en coordinación con otros ocho museos de ciencia e interactivos del mundo, organizó una exposición temporal muy original titulada “Cambio climático: un reto para la vida y un nuevo futuro energético”, que se expuso en el “Papalote Museo del Niño”, fue un acontecimiento casi histórico.
Considerado uno de los más complejos y urgentes temas científicos y sociales del siglo XXI, el cambio climático lo abordaron los organizadores de esta muestra “con ánimo desmitificador”. La idea es explicar a los visitantes del museo de cualquier edad la información más reciente sobre ese tópico, sus causas, sus evidencias y las alternativas para mitigarlo.
Los visitantes de la exposición “Cambio Climático: una reto para la vida y un nuevo futuro energético” conocen de primera mano las evidencias de cómo el clima de la Tierra y la temperatura global van en aumento y de la mano. Los autores del acontecimiento observan cómo los patrones del clima también cambian y los efectos que ya estamos viviendo.
Esta exposición explica a visitantes de todas las edades, los pormenores del Cambio Climático. Fomenta el conocimiento de experiencias de aprendizaje y un “empowerment” en los visitantes de todos los sectores y de todos los niveles educativos, para entender y dirigir este urgente y complejo reto global. “Cambio Climático: una reto para la vida y un nuevo futuro energético” abarca 63 exhibiciones, vídeos y dioramas interactivos distribuidas en temas como el calentamiento de los océanos, la masa de hielo de los polos, la tierra y el aire.
En ella la gente aprende cómo la naturaleza ha sido alterada por el hombre en forma dramática a través del consumo de combustibles fósiles y otros cambios en el uso de la tierra. Por ejemplo, comprobamos que el efecto invernadero, y la forma en que el dióxido de carbono se ha incrementado en la atmósfera cambiando el clima de la Tierra, es obra del humano, lo que no reconocen los negacionistas famosos como George Bush, Aznar y ahora Mister Trump.
El Cambio Climático mismo explica el cómo el calentamiento global definitivamente oprime a toda la sociedad y daña los ecosistemas, causando aumentos en el clima que soportamos. El Papalote Museo Del Niño ha sido una idea genial.
Las familias en Africa y sudeste asiático estan sufriendo ya los cambios climáticos que en Europa sufriremos el próximo siglo
Euskadi se ha presentado o se presentó en la Cumbre Mundial de Cambio Climático de París COP21 con resultados concretos y logros notables: una reducción del 25% en sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) entre 2005 y 2014.
La Consejera de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi, aseguró en fecha reciente que “el País Vasco acudió a la Cumbre de París cumpliendo con importantes reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero”. “Euskadi -dijo Ana Oregi- ha dado importantes pasos en su política de cambio climático, reduciendo sus emisiones en un 25% desde el año 2005, año de referencia para el reparto de esfuerzos de la Unión Europea y un 10% desde 1990, año de referencia para el primer periodo de la Conferencia Kioto. Esto se ha logrado a pesar de que en estos 25 años la economía ha crecido un 69%, lo que implica una mejora de la eficiencia de la sociedad vasca del 47% en términos de CO2 por unidad de PIB generada. Respecto al año 2005, la mejora de la eficiencia ha sido del 28% y todavía es un trabajo por delante”.
La paulatina introducción del gas natural o la implementación de las energías renovables ha contribuido a esta situación
La consejera destacó que la reducción de las emisiones contaminantes se ha logrado sin perder “calidad de vida o competitividad en las empresas”. “A veces -añadió-, se relaciona la lucha contra el cambio climático con retrocesos en la competitividad, pero Euskadi lo ha superado”.
La consejera expuso estos datos durante un encuentro celebrado en Euskadi en el que se presentó la Estrategia de Cambio Climático (KLIMA 2050) a diversos agentes sociales y económicos nacionales e internacionales y se realizó un reconocimiento público a los ayuntamientos vascos que se han adherido a la iniciativa global de reducción de emisiones “Compact of Mayors”, liderada por la Fundación Bloomberg, ICLEI, C40 Cities y la Unión de Ciudades y Gobiernos Locales (UCLG) y que cuenta con el apoyo de Naciones Unidas.
El descenso de emisiones medido en el último Inventario de Gases de Efecto Invernadero que todos los años elabora el Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial, ha sido posible gracias a “la paulatina introducción del gas natural en sustitución de otros combustibles fósiles, a la mejora de la eficiencia energética, la implementación de energías renovables y cogeneración de alta eficiencia”. También se ha logrado el fomento local de modos de transporte menos intensivos en emisiones con la implantación de redes ferroviarias urbanas, como el metro y tranvía que, junto con las líneas de autobuses públicos y una mayor conciencia ciudadana, han contribuido a mejorar la movilidad y a reducir el CO2 de los automóviles.
En el ámbito de los residuos, se ha conseguido reducir la deposición en vertederos en un 60%”, según Oregi. Gracias a estas medidas Euskadi sigue la senda marcada por la Estrategia Vasca de Cambio Climático (KLIMA 2050) que establece objetivos de reducción de emisiones de un 40% para el año 2030 y del 80% en 2050, respecto a las cifras de 2005.
El papel que juegan las administraciones locales y regionales en la lucha contra el cambio climático, es vital, ya que “la suma de muchos hará posible el objetivo mundial de no calentar más el planeta de dos grados”. Y en la pasada Cumbre de París, “todas las negociaciones lo han sido a nivel de estados, lo cual fue una falacia en el caso vasco”. En este sentido la implicación de los ayuntamientos de Amurrio, Areatza, Balmaseda, Bilbao, Donostia, Durango, Errenteria, Legazpi, Tolosa y Gasteiz, que son los primeros municipios vascos que se suman al “Compact of Mayors”, fue vital. La coalición de alcaldes implica un compromiso ante el cambio climático y la reducción de GEI.
Unicef urge acción contra el calentamiento en España para proteger a los nueve millones de niños españoles para que sean el centro de la futura Ley de Cambio Climático, ya que sufren problemas de salud o acceso al agua debido al cambio climático, muy descuidado en la península Ibérica y heredarán un país "inhabitable" si no se actúa urgentemente.
En el informe "El Impacto del Cambio Climático en la Infancia en España" realizado por Unicef Comité Español, el director ejecutivo de esta organización, Javier Martos, y la responsable de políticas de infancia de la misma, Maite Pacheco, describieron el calentamiento como "una amenaza creciente y sin precedentes para los menores" también en el país.
El estudio, que recopila la información científica disponible sobre el tema, subraya que España es "el país europeo más vulnerable al cambio climático", y que si la comunidad internacional no realiza esfuerzos efectivos de reducción de emisiones en los próximos años, la temperatura subirá hasta cinco grados a mediados de siglo, dejando el 80 % de la península ibérica convertido en un desierto.
"Los efectos del cambio climático pueden transformar la economía y fisonomía del país, sometiendo a la población a olas de calor y frío, temperaturas extremas, subida del nivel del mar, falta de agua potable por estrés hídrico y mayor contaminación del aire, por lo que urge plantearnos qué país dejamos a nuestros niños", ha resaltado Pacheco.
La directora de políticas de infancia de Unicef ha explicado que los niños son "especialmente vulnerables a la subida de temperatura", y que cuánto más pequeños peor es la situación, de manera que "los bebés prematuros pueden sufrir secuelas en su desarrollo neurológico, problemas en la función respiratoria y crecimiento".
Las temperaturas extremas -señala el informe- son también responsables de hospitalizaciones de menores de 14 años por causas intestinales, diarreas, así como de un aumento de las alergias y enfermedades respiratorias (rinitis alérgica, asma, y otros trastornos).
También la subida del nivel del mar pondrá en riesgo a más de dos millones de niños que viven en grandes núcleos urbanos españoles al borde del mar, en las provincias de Barcelona, Valencia, Guipúzcoa, Málaga y Cádiz.
En el aspecto socioeconómico, el informe apunta a que, si no se actúa, el Producto Interior Bruto (PIB) de España podría caer entre un 2 y un 3 % al año a partir de 2050 debido a los impactos en los dos principales sectores productivos del país: el turismo y la agricultura.
No obstante, Cristina Monge, portavoz de la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes), colaboradora del informe, ha incidido en que las afecciones del cambio climático a los niños españoles "no son una cuestión del futuro, están aquí y ahora, y son profundamente injustas porque afectan más a quienes menos responsabilidad tienen, los niños, y especialmente los más pobres".
Para evitarlo, Unicef exige que los niños estén en el centro de la futura Ley de Cambio Climático del Gobierno, así como en las decisiones presupuestarias que se tomen en esta materia con el fin de garantizar sus derechos.
Unicef considera que mitigar y adaptarse a este fenómeno es una emergencia social, y como tal debe ser considerada en los actuales presupuestos generales, donde estas políticas deben ir a asociadas a las de infancia, salud y lucha contra la pobreza.
Con este fin que se vigile el cumplimiento del Acuerdo de París 2015 y se promueva la generación de conocimiento sobre los efectos del cambio climático en los menores y las mejores maneras de enfrentarlos.
Reclaman que el sistema sanitario español se prepare para afrontar ese problema con planes sólidos de prevención frente a olas de calor y aumento de la contaminación atmosférica, y que la planificación de las ciudades incluya esta variable y atienda la pobreza energética, mejore la calidad del aire o garantice sombras y acceso al agua en los lugares frecuentados por menores.
Además, Unicef España pide más recursos para la sensibilización y la preparación de padres y niños, a estos últimos desde los centros educativos, donde "se debe concienciar mediante el ejemplo", con actuaciones de ahorro energético o consumo de productos locales y de temporada.
Unicef calcula que, a nivel global, el cambio climático impactará la vida de 175 millones de niños al año en la próxima década, y que los efectos de este fenómeno en la producción agrícola causarán 95.000 muertes adicionales de menores de cinco años debido a la desnutrición.