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Ante la advertencia de que el próximo año los fenómenos climáticos como heladas, sequías y lluvias serán más agudos, es necesario reformar las políticas públicas del sector rural y modificar la cultura agrícola, señaló Rafael Galindo Jaime. El presidente de la Central Campesina Independiente (CCI) aceptó la recomendación de convertir los cultivos ante la inconsistencia ambiental en los ciclos de siembra, pero llamó al gobierno federal a cumplir su parte y agilizar la reforma de su política pública para el campo. Durante la inauguración del 48 Pleno Agrario Nacional de esa organización campesina, enfatizó que el objetivo es hacer más expedita la entrega de recursos y flexibilizar las Reglas de Operación de los programas sociales. Galindo Jaime sostuvo que la responsabilidad es compartida para enfrentar fenómenos como el cambio climático, la urgencia de la producción alimentaria interna y la necesidad de dar valor agregado a la agricultura nacional. En este encuentro, el líder de la CCI escuchó al director de la Región Noreste de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Januario de los Ríos Núñez, quien indicó que se prevén mayores impactos de fenómenos climáticos en la agricultura para 2012. Galindo dijo que una prioridad en el medio rural es cambiar el patrón de trabajo de los agricultores para la producción de alimentos, considerando al cambio climático pero con la participación real del gobierno federal, que garantice la integración de las cadenas de valor. El dirigente agrario aseguró que “el verdadero talón de Aquiles de los campesinos es que las cadenas de valor no están en manos de los productores sociales, sino de intermediarios y coyotes”. El líder de la CCI recordó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomendó al gobierno la producción interna de alimentos, pues se prevé un repunte en el alza de precios y que para 2030 México llegue a importar hasta 80 por ciento del consumo interno. Por ello, recalcó, “la reforma a la política pública dirigida al campo es imprescindible, ya que para acceder a los programas tenemos un mazacote de reglas de operación que tras superarlas, los recursos no aterrizan en tiempo”.