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Te llenan de información y de medidas de precaución cuando compras un producto, ni siquiera puedes utilizar un insecticida para matar mosquitos por lo diluido que lo fabrican, sin embargo inventan pandemias asesinas y envenenan el mundo a mansalva
El significado de virus es veneno, pero te lo pintan con nombres raros que impactan para atemorizar a la gente. Crean una sensación de temor y terror en todo el mundo para aumentar el efecto de las distintas cepas de venenos que inyectan a la humanidad con el fin de asesinar gente sin derramamiento de sangre entre comillas.
La cepa china, la inglesa, la cepa manaos, la cepa delta y ahora esta omicrón entre tantas. Es increíble tantas mentiras y a la vez tantas muertes y ninguna investigación. Esta situación se debería declarar, sin ningún tipo de dudas, en delito de lesa humanidad impulsado por China y asociados.
Los países más poderosos del mundo guardan silencio porque a todos les beneficia esta matanza para diezmar la población mundial. Asesinar personas como lo hicieron en determinadas guerras. Hoy, no se trata de blancos o negros, ni de judíos o no judíos, se trata de eliminar a los que consideran ancianos y enfermos que ya no les ofrecen ningún beneficio, aunque en el montón puede morir cualquiera.
No es necesario utilizar armas porque el veneno se puede fabricar en laboratorios, la falta de tubos de oxigeno reemplazan a las cámaras de gas, y el aislamiento total impuestos en hospitales pueden reemplazar las cárceles y los campos de concentración.
La guerra moderna que favorece a los pocos y asesinan millones en todo el mundo, parece no acabar. Los medios de comunicación se convierten sin querer o queriendo en cómplices desparramando el terror para dejar a personas enfermas y ancianas indefensos frente a tal masiva información que los hace vulnerables y por ende bajar las defensas de su sistema inmunológico por el miedo y la desesperación.
Si existe un siglo de perversión es nada más y nada menos que el siglo 21, porque comparados con otras masacres aquí existe mucha complicidad. Las potencias que antaño luchaban entre sí, aquí parecen ponerse de acuerdo. Ante la brutalidad de los siglos pasados, hoy el mundo no podrá justificar en plena civilización la muerte de tantos inocentes.
Carlos Polleé