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Venezuela y el imperialismo actual

28/02/2019 12:00 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Analizando la historia

VENEZUELA Y EL IMPERIALISMO CONTEMPORÁNEO

Cuando no se entiende la historia…

Patricia Barba Ávila*

Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América

de miseria a nombre de la libertad. Simón Bolívar (1783-1830).

¿Qué se necesita para desterrar la ceguera auto-infligida? Se atribuye a Jesucristo

la frase “no hay peor ciego que el que no quiere ver” y es indudable que hoy por

hoy, esta sentencia refleja en toda su magnitud la incapacidad de miles –o millones-

de personas que optan por ignorar la historia y aceptar a primera instancia lo que

escuchan o leen de parte de “autoridades” en la materia, en este caso, la política y

los acontecimientos que ocurren en Venezuela, país que ha sido víctima, junto con

Cuba, de una brutal guerra multifrontal patrocinada por los poderes fácticos

dominantes en los Estados Unidos y apoyada por las plutocracias de varias

naciones latinoamericanas, europeas y locales. Una sociedad mal informada

debilita la democracia y la justicia y es por ello que los grandes medios de

“comunicación”, controlados por los potentados, se han encargado de mal informar

y distorsionar los hechos.

Es menester, una vez más y cuantas veces sea necesario, hacer un recorrido por

la historia de invasiones e injerencismo llevados a cabo por las distintas

administraciones de la mal llamada “potencia más poderosa del mundo”. Pero, ¿por

qué “mal llamada”? Es imprescindible aclarar que desde hace mucho tiempo, el

gobierno de aquél país ha respondido a intereses de una plutocracia integrada

mayormente por mega-corporaciones armamentistas, petroleras y tecnológicas sin

jamás tomar en cuenta la voluntad de millones de ciudadanos de a pie que,

ilusamente piensan que cuando votan realmente eligen. Esto queda evidenciado,

entre otras cosas, por el singular y nada democrático sistema electoral

estadounidense, en el que el sufragio mayoritario nada tiene que ver con la decisión

de quienes va a la Casa Blanca y al Congreso. Por otra parte, el hecho de que

existan poderosas armas de destrucción masiva y una banca privada que controla

las finanzas y las economías internas y externas no significa que una nación sea

“poderosa”. Lo que demuestra es que dentro del territorio norteamericano existe una

élite que controla la política y los destinos de sus más de 300 millones de

ciudadanos. Es decir, el concepto de nación tiene que ver con la voluntad y con el

bienestar y progreso de la totalidad o la mayoría de sus habitantes, cosa que no

ocurre en los E.U. ni en otras “democracias” en el mundo.

Como hemos podido constatar, la palabra “democracia” ha sido empleada un

sinnúmero de ocasiones por los gobiernos norteamericanos para justificar su

intervención en los asuntos internos de otras naciones. No obstante, la historia de

ese país demuestra que dentro de sus fronteras nunca ha habido una auténtica

democracia. Por una parte, los derechos fundamentales como la educación, la

vivienda y la salud son virtualmente inexistentes, ya que hay millones de “homeless”

durmiendo y sobreviviendo en la vía pública; cientos de miles de estudiantes y sus

familias tienen que endeudarse de por vida para pagar sus estudios y centenares

de familias son presas de la codicia de las grandes empresas de seguros que se

han enriquecido y se siguen enriqueciendo hasta la náusea a costa de la salud y la

vida de millones de seres humanos. Por la otra, citando sólo un ejemplo entre

cientos, cuando la plutocracia decide invadir Vietnam, las manifestaciones en contra

fueron numerosas y brutalmente reprimidas por su “democrático” gobierno. En

épocas más recientes, cuando la administración de Barak Obama opta por socializar

la millonaria deuda privada para que sea pagada por sus ciudadanos –una suerte

de Fobaproa- en perjuicio de su población, las protestas de organizaciones como

Occupy Wall Street no se hicieron esperar y, como siempre, la represión de los

cuerpos policiacos fue la respuesta. Y ni qué decir del trato cruel e inhumano que

reciben millones de mexicanos y latinoamericanos, tanto los que desde hace

décadas han contribuido con su trabajo a la economía de ese país, como los que

siguen intentando cruzar la frontera huyendo de condiciones inhumanas generadas,

en gran medida, por el control que sobre los recursos de otras naciones han

obtenido las grandes mega-corporaciones que, como lo menciono anteriormente,

son las que realmente gobiernan la “nación más poderosa del mundo” (SIC).

Entonces es obligado preguntar: ¿a qué “democracia” y “defensa de los derechos

humanos” se refiere el actual residente de la Casa Blanca cuando vocifera sus

amenazas y exhortos para el derrocamiento del gobierno legítimamente constituido

en la República Bolivariana de Venezuela? Queda claro que no existe ninguna

correspondencia entre el discurso hipócrita de Donald Trump y sus corifeos en la

OEA, el Grupo de Lima, la Unión Europea y la oposición venezolana y lo que los

hechos demuestran en la realidad y que las motivaciones que impulsan esta guerra

sin cuartel desatada contra ese país sudamericano tienen que ver con los designios

de control sobre su inmensa riqueza.

La historia del injerencismo y las invasiones que a nivel mundial, han llevado a cabo

los plutócratas de la vecina nación bajo la bandera de “la democracia” y los

“derechos humanos” refleja con prístina claridad que lo que los ha movido y sigue

moviendo a intervenir en otros países es el hambre de poder:

Tan sólo en América Latina y el Caribe:

1846-1848: México

1852-1853: Argentina

1853, 1854: Nicaragua

1855:

1856:

1858:

1859:

1868:

1891:

1894:

1898-1902:

1914:

1915:

1916:

1917:

1926:

1954:

1964:

1965:

1967-1969:

1983:

1989:

1994:

2004:

Uruguay

Nueva Granada

Uruguay

Paraguay

Uruguay

Chile

Nicaragua

Cuba y Puerto Rico

México

Haití

República Dominicana

México

Nicaragua

Guatemala

Panamá

República Dominicana

Guatemala

Granada

Panamá

Haití

Haití

En otros continentes:

1801-1805:

1815:

1853-1854:

1859:

1860:

1893:

1900:

1917-1918:

1945-1946:

1945-1946:

1950-1953:

1958:

1959-1975:

1983:

1986:

1990-1991:

1993-1994:

1995:

1998:

África del Norte

África del Norte

Japón

China

Angola

Hawái

China

Primera Guerra Mundial

Segunda Guerra Mundial

China

Corea

Indonesia

Vietnam

Líbano

Libia

Golfo Pérsico

Somalia

Bosnia y Herzegovina

Sudán

1999:Afganistán

1999:Yugoslavia

2001:Afganistán

2002:Filipinas

2003-2011: Irak

2007:Somalia

2011:Libia

2011-2012: Yemen, Pakistán, Somalia

2014 al presente: Siria…

Y, si por fortuna la comunidad internacional independiente –no lo que manifiestan

los políticos que dicen hablar a nombre de sus pueblos al alinearse con el Consenso

de Washington- triunfa en su postura de respeto por la soberanía de los pueblos, a

esta lista terrorífica no se añadiría la intervención en Venezuela con la que sueñan

tanto Trump y la enloquecida plutocracia que lo patrocina como sus símiles en

América Latina y la Unión Europea.

He escuchado críticas al Presidente Maduro sobre su forma de expresarse y su

“torpeza” en el manejo de la política tanto interna como externa. Por supuesto que

el actual gobierno ha cometido errores, como los cometió el Presidente Hugo

Chávez quien, pese a ellos, es recordado por sus grandes logros al reducir los

niveles de miseria generados por el neoliberalismo aplicado por los regímenes

anteriores, en obediencia supina al Consenso de Washington. Es cierto que la

manera de expresarse tanto de Chávez como de Maduro es peculiar. Es posible

que los esfuerzos del actual mandatario –el legítimamente elegido, no el títere de

Washington- por combatir la corrupción dentro de su propia administración no hayan

sido suficientes. Pero eso justifica atribuirle la crisis que hoy padece el pueblo

venezolano? Por supuesto que no. Barack Obama es un orador excepcional y

acaso no fue durante su administración que ocurrieron las mayores deportaciones

de mexicanos y cuando miles de norteamericanos perdieron sus hogares y

empleos? Acaso Salinas de Gortari no hablaba con elegancia mientras destrozaba

la industria petrolera mexicana y le regalaba Telmex a su cuate Carlos Slim?

Aquí no se trata de defender a ultranza ni a Nicolás Maduro ni a nadie. De lo que se

trata es de atender las verdaderas causas de la crisis en Venezuela y dejar que sea

el pueblo de ese país el que decida a quién elige para gobernarlo. Se trata de

reconocer que lo que motiva la intervención en esa nación no es la preocupación

por los derechos humanos sino la furia de los plutócratas del Consenso de

Washington apoyados por la plutocracia local contra la Revolución Bolivariana que

decidió tomar una ruta distinta al neoliberalismo depredador.

La historia del intervencionismo norteamericano en suelos ajenos es terriblemente

ilustrativa y contundente, no hay duda. Lo triste es que miles de personas que no

tienen el interés o el tiempo o ninguno de los dos, para investigar y enterarse

mediante fuentes alternativas sobre lo que realmente ocurre en la hermana nación

sudamericana, formulan su criterio y opiniones con base en lo que difunden medios

dominados por esos mismos plutócratas que hoy, a nombre de la democracia y los

derechos humanos, presionan a los gobiernos a nivel internacional, para apoyar sus

criminales aventuras bélicas y de conquista. Ciertamente, hay quienes dicen que el

término “imperialismo” es una falacia y que no hay tal. Sin embargo, la lista de

invasiones arriba citada nos reporta que, efectivamente, ha existido y sigue

existiendo un grupúsculo de gente enloquecida por el poder y el dinero que ha sido

capaz no sólo de empobrecer y asesinar a sus propios compatriotas, sino de

aniquilar en masa y destruir naciones enteras enarbolando las banderas de la

“democracia” y los “derechos humanos”.

Aquí la pregunta es: ¿cómo lograr que la razón y el humanismo prevalezcan en un

mundo en el que el dinero es la deidad en aras de la cual se sacrifica la vida de los

seres humanos y se pone en riesgo la subsistencia del planeta entero?

Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la

paz. Benito Juárez García.

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*Co-fundadora del Portal del Frente de Medios Alternativos Independientes femcai.org y co-

titular del programa radiofónico “Desde la raíz”; integrante de Hermes Internacional.

 


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