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Miles de toneladas de neumáticos apilados en un gigantesco vertedero salvaje en Seseña (Toledo), cerca de Madrid, comenzaron a ser retirados este lunes, tras extinguirse un incendio que produjo gases tóxicos.
El Gobierno de Castilla-La Mancha, donde se encuentra parte de este vertedero a cielo abierto, anunció que espera retirar entre 10.000 y 12.000 toneladas de neumáticos, en una operación que podría llevar hasta cuatro meses.
Los neumáticos serán transformados en "combustible para climatizar edificios públicos" del Gobierno regional, a un costo estimado de cuatro millones de euros, según el comunicado de Castilla-La Mancha.
Los neumáticos no afectados por el incendio serán removidos, mientras las autoridades estudian qué hacer con el resto. Un voraz incendio se desató a mediados de mayo en este vertedero de neumáticos usados ubicado 40 km al sur de Madrid, el de mayor tamaño en España, según la prensa.
Los bomberos lucharon durante más de tres semanas para apagar el fuego que generó una nube de gas tóxico y obligó a las autoridades a evacuar a miles de vecinos y cerrar escuelas. El incendio consumió entre 60% y 70% del vertedero, indicaron las autoridades regionales.
Desde la década de 1990, los neumáticos comenzaron a apilarse en el basurero. Fue declarado ilegal en 2003, pero el número de neumáticos siguió aumentando hasta cubrir una superficie de 10 hectáreas, equivalente a 14 campos de fútbol.
Los neumáticos son muy difíciles de destruir y su degradación natural puede durar siglos según la oenegé Ecologistas en Acción.